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Hagamos
uso de la
imaginación.
Tomen la
personalidad
de ustedes
entre sus
manos como
si fuera
una gran
esfera y
colóquenla
en sus
rodillas,
véanla y
véanse a
sí mismos
y hagamos
la
siguiente
oración:
"Bendito
Dios
infinito,
bendito
Padre Elí,
les pido
humildemente
que bañen
a este ser
con su
energía
purificadora
para que
ésta, mi
personalidad,
pueda
asimilar y
comprender
su bendita
sabiduría,
y que
podamos
ver a
través de
ella sus
designios
divinos.
Te pido,
Padre Dios
infinito,
que guíes
a esta
esfera de
acuerdo al
camino que
le
corresponde,
y te la
entrego a
ti, Padre,
para que
se funda
en tu
Sagrada
Voluntad y
ésta la
pueda
hacer
mía."
"Bendito y
amado
Cristo: te
entrego
esta
personalidad
ya
purificada
para que
la rocíes
con tu
amor, tu
amor
infinito
que todo
lo ve y lo
traspasa,
donde no
existen
límites ni
barreras y
pueda
generarse
en mí, en
esta
bendita
personalidad,
el amor
infinito
manifestado
en
misericordia,
manifestado
en
prudencia. |

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Te la
entrego a
ti,
Cristo,
para que
se funda
en tu ser
y pueda
hacer el
puente, y
cumplir la
Voluntad
Divina.
Que el
amor, la
justicia y
la verdad
reine
siempre en
esta
esfera que
ahora se
integra en
el ser, y
es
absorbida
por toda
la
Voluntad,
por todo
el Amor
Divino."
Soy su
Madre
María
quien les
dice: los
caminos
son tan
cercanos
como
distantes,
y en esta
ocasión me
fue
encomendada
la tarea
de
enseñarles
a hacer
este
trabajo
espiritual,
puesto que
recuerden
que todo
lo que es
para
ayudar al
Plan
Divino
para la
humanidad
debe de
manifestarse
en todo el
planeta
tierra.
Y con este
amor de
Madre les
digo:
Hijos
míos, no
desistan,
no dejen
vencerse
por la
oscuridad
que
amenaza
inundar su
camino.
Recuerden
estas
palabras
dondequiera
que estén,
y jamás
olviden
que nunca
estarán
solos.
¡Jamás lo
olviden!
De la
revista
"Comunicación
cósmica".
nº 84
.Octubre
de 1997 |

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