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Ahora
que Mi
tiempo
viene os
encuentro
cansados
y
dormidos.
A veces os
he oído
decir
"JESÚS TE
AMO", pero
amarme
significa
seguirme,
hacer mi
voluntad.
Decís de
servirme:
¡PERO OS
OLVIDÁIS
DE MI!
Decís que
Yo soy la
Luz: ¡Pero
no sois
capaces de
verme!
Decís que
Yo soy la
Verdad:
¡Pero no
la vivís!
Decís que
Yo soy el
Amor:
¡Pero no
sois
capaces de
imitarme!
Decís de
haber
encontrado
la Verdad:
¡Pero
olvidáis
de
servirla!
Decís:
"Señor no
me
abandones",
¡Pero sois
vosotros a
alejaros!
Decís:
"Señor
perdóname",
¡Pero
mañana
repetís el
mismo
error!

Yo estoy
siempre
cerca y
cada vez
que os
reunís en
Mi nombre,
estoy
allí,
hablo,
escucho,
acaricio
vuestro
corazón,
alivio
vuestras
penas y
¡vosotros
no me
acogéis!
He llamado
a la
puerta de
vuestro
corazón,
pero
muchos
tienen
siempre
cualquier
cosa que
hacer.
Algunos me
han dicho:
"Espera
Señor",
otros
"Señor
estoy
cansado",
otros no
me han ni
siquiera
sentido...
Yo, el
Maestro
del Amor,
espero
fuera de
la puerta,
vengo para
sentarme
al lado de
vosotros,
para
calentarme
al fuego
de vuestra
fe, pero
encuentro
Corazones
apagados,
áridos,
cerrados,
arrogantes,
egoístas,
vacíos, en
desorden y
llenos de
cosas
inútiles.

Ahora que
Mi tiempo
viene,
ahora que
Mi Gloria
está
próxima a
manifestarse
con toda
su
potencia,
ahora que
estoy para
cumplir
cada una
de mis
promesas
Os estáis
durmiendo.
Habéis
buscado en
la
espiritualidad
un cómodo
refugio,
un
servicio
que es
útil solo
a
agigantar
vuestro
ego, a
engañar la
fe y a
hacer
morir poco
a poco la
Luz donada
por mi
Amor.
La
espiritualidad
de muchos
ahora se
ha vuelto
una pálida
ilusión
que
continúan
erróneamente
a llamar
Amor y
evolución.
El Amor no
puede
estar
quieto en
el
Corazón,
porque se
transforma
en
egoísmo.

El Amor
debe
expandirse
en el
espacio
para la
alegría de
todas las
criaturas
que la
vida pone
vecinas a
nuestra
existencia.
Muchos han
cambiado
por fe
aquello
que no es,
han
confundido
el Amor
con su
egoísmo,
confundiendo
la
evolución
espiritual
con el
bien estar
personal,
el
alcanzar
el bien
físico y
sensorial,
muchos han
puesto su
personalidad
delante a
todo y a
todos,
sofocando
cada
anhelo de
Amor
sólido de
Mi
Corazón.
Otros se
han
circundado
de
disciplinas
y energías
inútiles
al Amor
olvidando
que el
Amor es
tal, solo
cuando se
manifiesta
en el
servicio a
vuestro
prójimo.
Este es el
tiempo de
la gran
confusión,
donde el
odio se
llama Amor
y el Amor
se llama
odio, pero
quien
desea
servirme
no puede
ser
engañado,
quien se
mantiene
en la
humildad y
en la fe
no puede
ser
confundido
por el
mal.

En este
tiempo así
oscuro y
vacío de
Amor
festejáis
la
Navidad,
pero
recordaros,
es Mi
venida al
mundo el
verdadero
significado
de la
Navidad,
un
inconmensurable
don de
Amor
concedido
por el
Padre para
todos los
hombres,
un evento
que la
Humanidad
de este
mundo
todavía no
ha
comprendido
bien, pero
que es
confundido
entre
adornos,
fiestas,
ritos,
comidas y
regalos.
En verdad,
en verdad
os digo,
pronto los
cielos de
vuestro
mundo se
llenarán
de la
Gloria de
Mi Padre y
Vuestro,
anunciando
Mi
retorno.
Aquellos
que viven
en el
respeto de
la Ley
Divina
nada
tienen que
temer
porque no
les será
quitado ni
siquiera
un
cabello,
no
obstante
los
eventos
purificadores
que están
para
manifestarse
sobre
vuestro
Planeta.

Yo os
llamo a
asistir a
este
evento
cósmico al
cual
ningún ojo
humano ha
asistido
jamás.
Estad.
despiertos
y
satisfechos,
testigos
de este
advenimiento.
DE LA LUZ
DE MI
CORAZÓN A
VUESTROS
CORAZONES |