
Simbolismo y tradición Hermética:
Dr. Carlos Raitzin (Spisasc)
INTRODUCCIÓN
"En vano vagáis por los dominios del
Conocimiento. Nadie aprende sino lo
que le está dado aprender"
GOETHE "Fausto"
|
En el presente escrito nos proponemos
exponer temas relativos a los Principios
Herméticos y al simbolismo con claridad
y lenguaje tan sencillo como nos sea
posible lograr. Si bien existen
múltiples libros de gran mérito y rico
contenido sobre estos temas, a menudo
tales obras no resultan de lectura fácil.
El más importante y profundo de los
libros fácilmente obtenibles es "El Kybalion". Pero obtenible no es sinónimo
de accesible o comprensible. El Kybalion
presenta indudables dificultades y exige
múltiples y repetidas lecturas y
reflexiones. Escrito por mano maestra,
el lector tarda en captar toda su
dificultad y toda su admirable grandeza.
Se trata realmente de un monumento del
espíritu, tan grande y colosal en su
género como son las pirámides de Egipto
en el suyo. Pero los necios suelen
tomarlo por obrita de reducida extensión
y fácil lectura. Fácil es prever el poco
fruto que obtienen del libro.
En los libros antiguos se suele omitir
el presentar casos concretos que
ilustren a la vez que resulten de
utilidad práctica. El Kybalion no es la
excepción a esta regla casi general.
Naturalmente esto aumenta las
dificultades y exige más del lector. Es
por ello que con un propósito de
utilidad y servicio nos hemos esforzado
en multiplicar los ejemplos aclaratorios.
Se nos podrá tal vez reprochar con
ligereza que de este modo exhibimos lo
que debía permanecer velado. Tal
acusación no nos preocupa: tanto del
esoterismo como de sus símbolos cabe
afirmar con Lanza del Vasto que "son
secretos importantes que se guardan
solos". Solo comprenderá aquel a quien
esto le sea permitido. Quien no esté
preparado para el tema - como bien
afirma "El Kybalion"- en las lecturas
solo hallará en suma palabras y solo
palabras...
René Schwaller de Lubicz, esoterista y
egiptólogo eminente, escribió en su
"Propos sur Esotérisme et Symbole": "El
esoterismo nada tiene en común con una
voluntad de secreto, vale decir con un
secreto convencional. El esoterismo no
puede ser escrito ni por ende
traicionado. No se encuentra el espíritu
sino con el espíritu y el esoterismo es
el aspecto espiritual del mundo
inaccesible a la inteligencia racional".
Más adelante en la misma obra agrega
dicho autor: "El esoterismo no se halla
"herméticamente" cerrado más que para la
mente racional y así proseguirá si no
cultivamos otras formas de
intelectualidad y otro tipo de
mentalidad distinta de la de nuestros
medios académicos y universitarios". En
realidad poco se logra con la oscuridad
de exposición y no es válido el pretexto
de que así se protege mejor aquello que
solo debe ser patrimonio de algunos. La
realidad de la vida es que solo acceden
al Conocimiento quienes están
calificados para ello y solo en la
medida en que lo estén. Quien escribe
solo pretende ir hasta donde se lo
permitan y sabe que no podrá avanzar un
solo paso más allá de ese límite. En
realidad esta frontera natural del
Conocimiento para cada uno en su estado
presente es una consecuencia de la Ley o
Principio Hermético de Vibración del que
luego nos ocuparemos. Cuando no seamos
dignos de una verdad la tendremos frente
a los ojos y nada veremos ni
comprenderemos.
A menudo se oye de preocupaciones y
lamentos por la turba de tontos e inescrupulosos que se abalanzan sobre
las joyas espirituales que constituyen
la Tradición Sagrada de la humanidad. No
hay razón para temor alguno: nada
comprenderán de lo que no les está
destinado. Un magnífico ejemplo es lo
que ocurre actualmente con la Astrología,
la primera de las tres Ciencias
Herméticas (las otras dos son la
Alquimia y la Teurgia). A la Astrología
se ha pretendido vulgarizarla, ponerla
al alcance de los ineptos y
descalificados y el resultado es que una
masa increíble de charlatanes se
conforma con tonterías y no es capaz de
profundizar en nada. Cuando llegan a un
cierto nivel, por cierto poco avanzado,
se detienen y ya no son capaces de ir
más lejos.
En esto obra no se menciona
explícitamente un Principio que ha sido
bien subrayado por los Maestros de
Sabiduría en la India. Ese Principio
afirma que TODO ES NECESARIO. Cuanto
llega a nosotros, agradable o
desagradable, bello o feo, alegre o
triste llega precisamente porque es
necesario para nuestra elevación
interior y nos está destinado por y para
ello. Pero lo que no nos está destinado
no nos llega pues no es para nosotros,
no importa cuan grande sea nuestro deseo
y nuestro esfuerzo para lograrlo. No se
cumple lo que el ser humano desea sino
solamente lo que necesita. De ahí que
resulte necesario saber renunciar a lo
imposible y adquirir la flexibilidad
necesaria para poder percibir y
comprender cual es el designio del Todo
para nosotros en cada momento. Si no
adquirimos esa flexibilidad no tendrá
sentido que nos propongamos, por ejemplo,
rendirnos y cumplir la Voluntad de Dios
pues no sabremos en realidad cual es Su
Voluntad para nosotros.Y aquí corresponden algunas reflexiones
sobre este Principio Filosófico-Natural
al que los Mahatmas designan como Tercer Mahavakya. Es muy distinto decir TODO ES
NECESARIO que decir "Todo es
imprescindible, insoslayable e
inevitable". Esto segundo correspondería
a un determinismo total, a un fatalismo
tan ciego como absurdo. Lo primero que
es lo correcto supone la acción de
causas ligadas a sus efectos. Esto
implica que para remover y eliminar los
efectos cuando no son deseables hay que
comenzar por detectar y conocer las
causas para luego eliminarlas o bien
modificarlas. En realidad -y esto debe
ser subrayado- basta con conocer esas
causas para que desaparezca el efecto
pero esta tarea no es fácil (en
psicología se aplica una consecuencia o
caso particular de esta Ley Oculta que
aquí se expone). Mientras esto no se
logre el libre albedrío de los seres (si
bien existente y sagrado) será tan solo
relativo y limitado. |
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Tenemos pues que la afirmación TODO ES
NECESARIO implica otra de muy marcada
importancia: NADA ES CASUAL: la
casualidad no existe pues todo tiene su
causa. Si algo fuera casual no sería
necesario pero eso, repetimos, no existe.
He aquí la consecuencia de aplicar un
conocido y sencillo principio lógico: el
denominado teorema contrarecíproco. Al
respecto afirmaba el gran poeta iniciado
Lessing: "Hablar de casualidad es
ofender a Dios".
TODO ES NECESARIO para que se cumpla el
Plan del Todo y las leyes de cada plano
que son consecuencia de la Gran Ley. A
su vez al tener todo su causa esto
implica que todo en el Todo es necesario:
tenemos así aquí la doble o mutua
implicación y el Tercer Mahavakya es
lógicamente equivalente a la Ley o
Principio Hermético de Causalidad. A
este le dedicaremos luego atención pues
El Kybalion se ocupa de esto con detalle.
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PRIMERA PARTE
DE LOS SÍMBOLOS
Para poder penetrar con altura en el
tema que nos ocupa debemos interesarnos
de ciertas nociones que resultan tanto
base indispensable como claves para la
comprensión de los asuntos a tratar. En
particular los símbolos constituyen la
llave maestra para pasar de lo físico y
sensible a lo invisible y metafísico y
por ello debemos referirnos a ellos con
cierto detalle.
Etimológicamente símbolo deriva de un
vocablo griego: simboleion, el que alude
a dos mitades hechas para reunirse. Nos
recuerda esto a los viajeros de la
antigüedad que obsequiaban a su
anfitrión media medalla como testimonio
de gratitud tras ser alojados y
conservaban la otra mitad. Eso tenía por
objeto de que, en el futuro, al serle
presentada esa media medalla pudiera el
viajero o bien sus familiares retribuir
en su propio hogar la hospitalidad
recibida. Y así el símbolo pasa, en
nuestro lenguaje, a ser advertencia para
la captación de un sentido que surge al
descifrarlo. Con esto logramos
comprender así el mensaje que contiene
pero lo esencial es que el símbolo mismo
actúa como catalizador, como un
activador de nuestra psique para
llevarnos al conocimiento. El símbolo
así descifrado pasa a ser signo o
emblema (Carl Gustav Jung) o,
simplemente, señal. Naturalmente el
campo de los símbolos abarca todos los
órdenes de la vida y esto exige
precisiones en cuanto a ordenarlos y
clasificarlos. Esto es preciso para
delimitar nuestro campo de interés.
El mundo moderno ha perdido en gran
medida el sentido del símbolo como
camino privilegiado para elevarse a lo
invisible es decir al conocimiento
metafísico a partir de lo visible y
tangible. De esto nos ocuparemos hoy con
algún detalle, pasando luego por una
indispensable pero rápida revisión de
los principios del Hermetismo.
• Existe una clasificación de los
símbolos que ha prevalecido hasta hoy y
que se remonta a Dante Alighieri (nos
remitimos a su obra "Il Convivio"). Esa
clasificación agrupa a los símbolos en
cuatro grupos que pasamos a detallar
sucintamente. El primer grupo
corresponde a los símbolos literales.
Corresponden a este grupo los textos o
mensajes escritos en cualquier idioma,
las expresiones matemáticas o
lógico-simbólicas y las representaciones
figurativas. Desde luego en este caso
hay un mínimo de dificultad en la
comprensión de tal símbolo para quien
conoce el idioma o bien el lenguaje
matemático o lógico. A este tipo de
símbolos correspondería llamarlos
directos.
• Pasemos al segundo grupo, el de los
símbolos alegóricos. La alegoría es una
metáfora o sea un lenguaje analógico
indirecto. Proviene el vocablo del
griego allos: otro y agoreno: hablar,
arengar. O sea, en suma, hablar de otro.
Estos símbolos evocan en nuestro
espíritu una idea a través de una
asociación ya mitológica, ya tomada de
la vida diaria. Como ejemplos podríamos
citar el cuerno de la abundancia, el
olivo por la paz, el caduceo del dios
Hermes-Mercurio simbolizando al comercio,
la paloma que alude según el caso al
Espíritu Santo o a la paz o a la
mansedumbre, el león como emblema del
valor, los hieroglifos de Marte y Venus
significando a los sexos, las sandalias
con alas de Mercurio o a su casco alado
en referencia a las comunicaciones, la
cruz en referencia a lo cristiano, la
lira de Apolo como emblema de la música,
la balanza y la venda en los ojos
indicadoras de la justicia imparcial, el
bronce como símbolo de la fama.
Recordemos al respecto de este último
ejemplo a la diosa Fama, de la que nos
habla Virgilio, que simbolizaba a la
opinión pública y vivía en su sonoro y
resonante palacio de bronce. Ella poseía
un gran número de ojos y de bocas y se
desplazaba volando con la mayor rapidez:
he aquí el origen mitológico casi
olvidado de un símbolo, de un vocablo y
de una alegoría. Incluso cuando nos
valemos del prosaico signo $ hacemos
alegoría pues se trata de un caduceo mal
dibujado, cosa propia de Mercurio, dios
del comercio.
Mencionemos con particular fruición que
los símbolos astrológicos caen en este
segundo grupo de indicadores alegóricos
pero que son mucho más que eso. En
efecto los astros nada causan por sí
mismos en cuanto a los destinos humanos
individuales o colectivos, siendo
precisamente indicadores alegóricos
macrocósmicos o celestes en
correspondencia perfecta con el acaecer
microcósmico o propio del ser humano.
Solo los que desconocen lo referente a
la Tradición Hermética insisten en ver a
los astros como causa física del destino.
El hablar como se hace de energías,
ondas y vibraciones a nivel astrológico
es consecuencia no solo de la ignorancia
sino del materialismo de la época que
insiste en referir absolutamente todo a
la materia y a la energía: sus cultores
son ignorantes que no son capaces de
elevarse más allá de esto.
• El tercer grupo es el de los símbolos
tropológicos, o sea los que tienen
particular énfasis en lo relativo a lo
ético-moral. Proviene esto de tropos:
cambio, logos: discurso. cambiar la
dirección o sentido del discurso. Los
ejemplos son conocidos y algunos ya han
sido mencionados incluso: la balanza
como símbolo de equilibrio y justicia,
la escuadra como símbolo de rectitud, el
látigo representando al castigo, el
águila como símbolo de elevación
espiritual, la plomada como símbolo
tanto de ajuste como de disciplina y
verticalidad, el pelícano como símbolo
de abnegación y sacrificio pues es fama
que da de comer de su propia carne a sus
polluelos en caso de necesidad y
carencia, el delfín como símbolo del
Maestro Espiritual pues se afirma que
conduce a la costa a los náufragos en
peligro de ahogarse. En estos últimos el
símbolo pasa a ser arquetipo (de archo:
el primero, typos: modelo) o sea
prototipo o modelo ideal en lo ético-moral.
La lista podría por cierto prolongarse
mucho más pero no lo haremos aquí.
•
• Por último tenemos el cuarto grupo: el
de los símbolos anagógicos. Este término
proviene de ana: en alto, ago: conducir.
Aquí nos encontramos con lo más
interesante desde el punto de vista de
la Tradición Primordial pues con y a
través de este simbolismo se persigue la
elevación de la conciencia y el acceder
a lo metafísico e invisible a partir de
lo manifestado y visible. Así tenemos
que el Pentaclo (estrella de cinco
puntas) representa al hombre que ha
realizado la Suprema Meta, contactando a
la Fuente de Dicha Infinita que es,
desde luego, la Divinidad entronizada en
su propio corazón. Otro símbolo en
muchos sentidos análogo es el Hexagrama
(estrella de seis puntas), el que
representa la correspondencia y analogía
entre el Macrocosmos y Microcosmos y, al
mismo tiempo, simboliza a Dios que
desciende hasta el hombre y mora en él y
al hombre que se eleva interiormente
hacia la Divinidad. La Swástica bien
dibujada no tiene contenidos políticos
aviesos sino que representa a la
Divinidad como Eje del Mundo y es
símbolo de la Ley de Causa y Efecto y de
la perpetua renovación cíclica del
cosmos. Se la encuentra tanto entre los
lamas tibetanos como en el hinduismo y
en culturas americanas precolombinas.
• En relación a lo dicho sobre lo
tropológico y el tropo o cambio cabe
hacer una acotación que estimamos tan
pertinente como descuidada por otros
autores. El tropo en castellano no tiene
el sentido que le hemos dado siguiendo
al Dante sino el de empleo de las
palabras en sentido figurado o alegórico.
El tropo comprende, en la riqueza
indudable de nuestra lengua, a tres
aspectos o componentes que hacen al
estudio del simbolismo. Esos tres
componentes son la metáfora, la
metonimia y la sinécdoque. La metáfora
se relaciona muy de cerca con la
analogía y la alegoría. Así la usamos
cuando decimos rápido como un rayo,
perspicaz como un lince o ladrón como un
político. Se trata en suma de símbolos
alegóricos ya mencionados y en esto no
hay novedad. La metonimia es un tropo
que se comete al efectuar una inversión
del orden natural de las cosas, tomando
el efecto por la causa, al autor por sus
obras o bien al signo o símbolo por la
cosa representada. Ejemplos claros sería
hablar de la risa por la alegría, de
leer a Cicerón por leer las obras de
Cicerón, del olivo o de la pipa por la
paz. Vemos que estas son más cuestiones
de prosodia y de sintaxis que de
simbolismo propiamente dicho.
Por último mencionemos a la sinécdoque
(del griego: synekdoché), que resulta lo
más interesante para un simbolista: aquí
se trata de un tropo en el que se toma
la parte por el todo o bien el todo por
una parte. Ejemplos directos los tenemos
al hablar del acero por la espada, mil
fusiles por mil soldados, el pan por
todos los alimentos, la lectura por
todas las lecturas posibles. Pues bien,
este tropo es cosa común y corriente en
simbolismo: un solo atributo o
característica representa a la virtud, o
al dios o a la cualidad trascendente. Ya
hemos visto ejemplos y veremos alguno
más. Basta el garrote, símbolo de fuerza
y ya evocamos a Hércules. Por supuesto
la recíproca también es cierta y ello de
igual modo es sinécdoque. Vale la pena
tenerlo en cuenta pues este tropo y los
otros dos son cosa muy frecuente en el
estudio del simbolismo.
Otro problema de aparición continua son
los símbolos polivalentes. En distintos
campos el mismo símbolo puede
representar cosas muy diferentes. El
águila ya mencionada tanto alude a la
elevación espiritual como a la bravura
en el combate, el azufre representa
tanto al ardor de la inteligencia como
al demonio de las leyendas religiosas (para
usar una expresión feliz de Jorge Luis
Borges diremos que el demonio tiene el
grave inconveniente de no existir).
Podemos además que la serpiente
simboliza tanto la más alta Sabiduría
como a la astucia y, además, a la
suprema maldad: por ejemplo en el
medioevo eran comunes las
representaciones de Cristo como una
serpiente crucificada y por cierto en
ello no había otra cosa que devoción.
Este hecho exige que para interpretar a
un símbolo en forma objetiva se tenga
idea clara previa respecto del campo de
la realidad al que se alude con él.
A esta altura vale la pena recordar a
Brunetière (citado por Jules Boucher
[2]) cuando afirma: "El símbolo es
imagen, es pensamiento... El nos hace
percibir entre lo exterior y nosotros
algunas de esas afinidades secretas y de
esas leyes obscuras que se hallan más
allá del conocimiento
científico-racional pero que no son por
ello menos ciertas. Todo símbolo es, en
este sentido, una especie de revelación".
Estas palabras merecen ser meditadas por
cuanto hacen a la médula de cuanto se va
a exponer aquí. Y para coronar lo dicho
vale la pena hacer resaltar un aspecto
esencial que pocas veces se explícita.
Los espíritus inferiores y ávidos de
poder dogmatizan pues les aterra en su
intolerancia fanática permitir que otros
piensen por su cuenta y que, de este
modo, escapen a su influencia. En cambio
los seres nobles y elevados se valen de
los símbolos para enseñar en el orden
metafísico pues prefieren que los demás
se ejerciten libremente en el noble
ejercicio del pensar y el filosofar.
Saben que esto los conducirá tarde o
temprano a ese deslumbramiento (el
taumazein de los griegos) que produce el
descubrir la verdad al captar el sentido
de un símbolo. Los seres superiores
ansían la Verdad, el Bien y la Belleza
para todos y rehusan atemorizar a nadie
con castigos tan absurdos como injustos
en esta vida o en la otra. En suma, que
se trata de disparates forjados por
mentes psicopáticas para aterrorizar y
dominar a los simples, embustes que los
fanáticos propalan y los necios creen y
repiten. Nada más lejano de la verdadera
espiritualidad, impregnada por siempre
de amor y compasión hacia todos los
seres.
Queremos cerrar esta primera parte con
reflexiones de pensadores eminentes
respecto de los símbolos, lo que
contribuirá a aclarar el panorama
presentado aquí.
Goethe expresó "En el símbolo lo
particular representa lo general, no
como un sueño ni como una sombra, sino
como viva y fugaz revelación de lo
inescrutable".
Luc Bénoist ha manifestado con justeza:
"Lanzando un puente entre lo físico y lo
espiritual, los símbolos permiten
convertir en sensible todo concepto
inteligible. Aparecen como mediadores en
el dominio de la psique y poseen, por
consiguiente, un carácter dual que los
hace aptos para un doble sentido e
incluso para ofrecer interpretaciones
múltiples y coherentes igualmente
valederas desde distintos puntos de
vista. Implican un conjunto de ideas de
modo total e instantáneo y no analítico".
Henry Corbin se ha manifestado respecto
del simbolismo esotérico-metafísico como
sigue: "El símbolo es una cifra que
jamás se ha terminado de descifrar, una
cifra por la cual es mostrada y a la vez
velada, una verdad que al nivel de la
inteligencia humana solo puede
transmitirse cifrada" y agrega "El
símbolo es entonces una combinación que,
aunque emane conocimiento, persiste en
un carácter sagrado y secreto ...la sola
y mejor comprensión posible de seres y
de hechos informulados, de cosas
presentidas...por lo cual explicar un
símbolo no es abolirlo ni inutilizarlo (como
sucede con las alegorías comunes) sino
que tan solo es situarse en el umbral,
en su perspectiva".
En suma, los símbolos de contenido
metafísico no ofrecen su secreto si no
existe una estricta preparación
preliminar por parte de quien aspira a
captar su contenido. Con lo dicho
resulta claro que los símbolos son la
llave que abre la Vía Regia al
Conocimiento y, aún cuando resulte
redundante, a las tres Artes Reales
herméticas: Astrología, Alquimia y
Teurgia. Es curioso que esa obra maestra
que es "El Kybalion" no mencione los
símbolos: son una clave demasiado
importante y explícita y probablemente
por esa causa los autores han preferido
guardar silencio al respecto.
De paso señalemos algunas otras
referencias útiles y fácilmente
obtenibles en lo tocante a los
Principios Herméticos (aún cuando de
menor nivel y envergadura que "El
Kybalion"). Estas son "La Doctrina
Secreta de los Rosacruces" de Magus
Incógnito y "La Luz de Egipto" de Thomas
Burgoyne.

SEGUNDA PARTE: LAS LEYES HERMÉTICAS
Lo dicho en la Primera Parte solo puede
considerarse una introducción sucinta al
Simbolismo como herramienta
imprescindible para abordar el estudio
de las Leyes o Principios Herméticos,
los cuales exigen desarrollos extensos y
cuidadosos. A esto nos abocaremos en
esta Segunda Parte, adelantando empero
que se trata de cuestiones arduas y que,
por su naturaleza misma, resultan tan
profundas como inagotables.
Las Leyes o Principios Herméticos varían
en su enunciado de autor a autor pero la
esencia de su contenido permanece
invariable. De algunos de ellos nos
hemos ocupado brevemente en la primera
parte de este escrito.

1- LEY DE LA NATURALEZA MENTAL DEL TODO.
Esta Ley o Principio fundamental no es
cosa fácil de comprender pero sin duda
es la razón poderosa tras mil y un hecho
que nos asombran y que calificamos
tontamente de "sobrenaturales". En
realidad lo sobrenatural no existe salvo
Dios mismo pues todo en el Todo está
sometido a las Leyes que emanan de la
Causa Primera o Dios. Esta Causa Primera
es lo único que se puede hallar por
sobre lo natural.
El poder de la mente humana es muy
grande y lo será aun más en el futuro:
no hemos llegado aún sino a un nivel
rudimentario de las posibilidades reales
de la especie. La ciencia no vacila en
afirmar que solo usamos un diez por
ciento de nuestra capacidad cerebral y
eso nos habla a las claras de todo lo
que nos aguarda y que aun no conocemos.
Hoy en día nadie desconoce las
enfermedades psicosomáticas. Si nuestra
mente funciona mal puede enfermarnos y
aún matarnos. Pero si nuestra mente
funciona bien puede lograr maravillas.
Un autor cuyo nombre no recordamos decía
con justeza: "Vigilamos muy bien lo que
nuestros hijos comen pero dejamos que
sus mentes engullan cualquier basura".
Esta afirmación sabia vale tantos para
niños como para adultos y ancianos. El
conocimiento del mentalismo debe
comenzar por esta forma esencial de la
higiene mental: mantener in mente solo
pensamientos nobles, positivos, elevados
y tendientes a beneficiar al prójimo.
Las personas cargadas de odio, vileza y
otros pensamientos negativos son las
víctimas más frecuentes de su propia
actitud mental errada. En cambio la risa,
la alegría, el amor curan a uno mismo y
a los demás.
Naturalmente el Principio Hermético de
Mentalismo es de alcance enormemente
mayor que lo anterior. Pero, por razones
de claridad, es necesario ir de lo
simple a lo complejo y de lo particular
a lo general so pena de tornarse
incomprensible. Los Maestros e Iniciados
hermetistas nos enseñan que el Todo es
Mente, que el Universo es Mental. Cada
cosa pre-existe como Idea en la mente de
Dios. Platón, iniciado en Egipto tras la
muerte de Sócrates, conocía muy bien
esto y lo refleja en su Mundo de las
Ideas. El nos habla en alegoría de la
Caverna en que vivimos, percibiendo solo
sombras que se proyectan en sus fondos
emanantes de la luminosa Realidad. Pero
algún día nos tornaremos y percibiremos
esa Realidad. Como lo dijo tan
poéticamente Ramón del Valle-Inclán: "Lejanos
soles algún día encenderán nuestra
caverna". Lamentablemente no existe aún
una exposición seria y satisfactoria de
las doctrinas de Platón desde el punto
de vista esotérico. Esto se debe a que
los "filósofos" académicos saben muy
poco o nada de esoterismo y se preocupan
ante todo de gratificar su propia
vanidad. El suyo es "un saber ignorante"
para emplear una expresión que le era
grata a Guénon. Podríamos dar buenas
pruebas y ejemplos de esto pero solo
conseguiríamos acarrearnos enemistades
sin hacer bien a nadie.
Pasemos ahora a ocuparnos de otro caso
particular de este Principio que se
revela como de fundamental importancia
no solo en lo que hace al quehacer
humano sino en un contexto muchísimo más
amplio. De hecho su validez alcanza a
todos los planos de existencia y todos
los estados del Ser. Nos referimos a la
Ley del Ternario (o de la Tríada). Esta
puede y suele enunciarse como sigue:
cada acción tiene su reacción, cada
posición y cualidad su opuesta, cada
tésis su antitesis. De la interacción de
ambas surge la síntesis. Los Maestros
saben esto y pueden modificar o revertir
cada situación generando la opuesta a
nivel mental mediante la concentración.
Volveremos sobre este asunto en lo que
sigue.
El TODO crea a nivel mental. Los
universos infinitos en número son Sus
formas de pensamiento. Y nosotros,
aunque insignificantes frente al Todo,
participamos de Su Esencia. Nuestra
mente puede crear, puede transmutar. Y
recordemos que transmutar no es
transformar sino algo mucho más profundo.
Transformación es cambio de forma,
variación superficial. Transmutar es
cambio de naturaleza, de esencia, es
ALQUIMIA MENTAL.

2- LEY DE CORRESPONDENCIA Y ANALOGÍA
"Per visibilia ad invisibilia"
(Vulgata)
Las doctrinas herméticas forman parte
esencial de la Tradición Universal o
Primordial también denominada
Philosophia Peremnis. Esta última
encierra la Sabiduría de orden
espiritual y metafísico transmitida
desde épocas inmemoriales en las más
diversas escuelas iniciáticas de todos
los países y de todos los tiempos. Este
saber es esencialmente único en su
contenido esencial, si bien reviste
formas cambiantes al haberse adecuado a
las cambiantes situaciones acordes al
tiempo, lugar, costumbre y circunstancia.
La Tradición Primordial es uno de los
rasgos esenciales que distingue a una
verdadera escuela iniciática de la
multitud de movimientos neo o pseudo-espirituales
que no lo son en absoluto. El otro rasgo
distintivo es, desde luego, la
transmisión de una real y legítima
filiación iniciática. Esto es esencial:
prácticamente todos esos movimientos
espirituales que tanto se propagandean
carecen por completo de tal filiación y
de raíces en el pasado. En la abrumadora
mayoría de los casos solo persiguen
obtener el poder y el sacarle dinero a
los necios.
Para más detalles, que no podemos
consignar aquí por razones de espacio,
remitimos a las obras de René Guénon,
las que son una guía segura y confiable
en este campo.
Aceptemos como punto de partida el
tradicional Principio Esotérico que
afirma que LO VISIBLE Y MATERIAL ES
IMAGEN Y REPRESENTACIÓN DE LO INVISIBLE
Y METAFÍSICO.
A partir de esto fácil será llegar a la
conclusión de que cuanto existe en este
mundo y en el Cosmos entero preexiste
como idea en la Mente de Dios. Este
Principio es, en realidad, una
consecuencia lógica de la Armonía
Universal y Total, empleando una
expresión ya clásica de René Guénon.
Esta Armonía nos expresa la concordancia
y analogía de formas y estructuras que
existe entre todos los planos de
existencia y entre todos los estados del
Ser.
Pero, precisamente por aplicación del
Principio mencionado, llegamos a la
conclusión de que cada ente o forma
manifestada o material y visible es
SÍMBOLO y representación de su
contraparte INVISIBLE o inmanifestada.
El mundo pasa así a ser, como señalara
con lucidez Salustio, un OBJETO
SIMBÓLICO. Y es menester además
coincidir con Jules le Bêle en cuanto
que CADA OBJETO MANIFESTADO ES UN SIGNO
NATURAL Y SENSIBLE DE UNA VERDAD EN EL
ORDEN METAFÍSICO. Es un Principio
fundamental del Esoterismo Tradicional
que, a partir de esto, debemos elevarnos
en el Conocimiento pasando (por medio de
una suerte de inducción trascendental)
de lo visible a lo invisible pues esto
se posibilita precisamente por la Ley de
Analogía y Correspondencia que es, en
suma, la expresión de esa ARMONÍA
UNIVERSAL Y TOTAL. Y el estudio de los
símbolos es la vía natural e
insoslayable para lograrlo,
especialmente en Astrología. Eugen
Drewermann señala al respecto, en forma
muy acorde a la Tradición Hermética, que
la Ley de Correspondencia y Analogía ha
de entenderse como un hilo conductor de
la investigación para la comprensión de
un mundo de representaciones y
semejanzas en los diferentes planos y
estados del Ser. De hecho los símbolos
hacen que percibamos las verdades
inteligibles por medio de su reflejo
sensible como decía Platón y repetía el
pseudo-Dionisio.
San Pablo expresa algo notable que
coincide absolutamente con el punto de
vista hermético en la Epístola a los
romanos (I, 20):
"Porque lo invisible de Dios desde la
creación del mundo se deja ver a la
inteligencia a través de lo visible para
llegar así a su poder sempiterno y
Divinidad, de modo que sean innegables".
Para el buscador de la Verdad el símbolo
se torna así insustituible como llave
maestra que nos abre las regiones del
espíritu, allí donde la mente racional
por sus solas fuerzas ni alcanza ni
puede operar. Guénon señalaba con
justeza que la Ley Hermética de
Correspondencia es el fundamento mismo
de todo simbolismo. En virtud de dicha
Ley cada cosa, procediendo esencialmente
de un Principio metafísico del que
deriva toda su realidad, traduce y
expresa a ese Principio en su manera y
de acuerdo a su orden de existencia. De
tal modo tenemos que, uniendo tales
diferentes ordenes, todas las cosas se
encadenan y corresponden para concurrir
y participar en esa Armonía Universal y
Total. De hecho es una Verdad Oculta que
merece ser mencionada el hecho de que,
al meditar en un símbolo de
significación metafísica desconocida,
tarde o temprano se produce en nosotros
la comprensión de los significados que
en él fueran depositados.
A Isaac Newton se le atribuye aquello de
"Non minus docent exempla quam praecepta".
Y vale la pena dar ejemplos al respecto
en base a las leyes de la Mecánica
Clásica que él mismo descubriera. Así la
causalidad de la Física nos enseña así
que la Ley de Causa y Efecto obra en
todos los planos. Y en efecto, ese
principio físico no es más que un caso
muy particular del Principio Hermético
que lleva el mismo nombre.
El principio de la conservación de la
energía en la Dinámica de los sistemas
materiales claramente alude en el orden
metafísico a la continuidad de la
existencia en otros planos. El teorema
de la conservación del momento de la
cantidad de movimiento tiene clara
relación analógica con la Ley Hermética
de Vibración: al disminuir la actividad
externa (momento de inercia) aumenta la
elevación interior (velocidad angular).
Otro ejemplo sorprendente es el
siguiente: cada día el ser humano se
levanta, trabaja en lo que le
corresponde (eso es la vida) y al final
del día vuelve a descansar. Este
descanso cotidiano insume alrededor de
un tercio de la jornada o sea unas siete
u ocho horas. Esta es una imagen en
escala pequeña de lo que es la vida
humana en grande: nacemos, vivimos en
general de setenta a ochenta años en
este plano y luego descansamos
preparándonos a transmigrar para
comenzar una nueva jornada. Pues bien,
las experiencias de regresión a las que
hemos asistido ponen claramente de
manifiesto que el intervalo entre dos
existencias sucesivas es, en general de
veinte a treinta años terrestres o sea
alrededor de un tercio de la duración de
una existencia humana común. Por
supuesto hay algunas excepciones en que
ese plazo es mucho más breve (así como
hay gente que duerme mal y poco...). En
esto se revelan dos Principios
Herméticos: el de Correspondencia y
Analogía y el de Ciclos y Ritmos (o Ley
Cíclica de la Vida). No nos detendremos
aquí sobre este último Principio
remitiendo a quien se interese a la
parte correspondiente de este escrito.
Estos ejemplos simples bastarían para
convencer a quien esté preparado para
ello pero, sin duda, los materialistas e
ignorantes de las cosas espirituales
descargarán su anatema contra quien ose
pronunciar tales cosas. El modelo de un
sistema planetario se corresponde con el
del átomo pero esto habla al hermetista
de que en torno al núcleo del Todo o sea
el Dios Supremo existen otras entidades
que son los Logos de las Galaxias, de
las constelaciones, de los sistemas
planetarios de las estrellas y de los
innumerables mundos que pueblan el
cosmos. Quien tenga oídos para oír que
oiga...
Avanzando un paso más, destaquemos que
en el ser humano hallamos la trilogía:
espíritu, alma y cuerpo físico. Pero,
precisamente por ser lo visible imagen
simbólica y representación de lo
invisible, el analizar este modelo del
ser humano nos lleva directamente a
conclusiones sobre el Ser o Causa
Primera que llamamos Dios. De esto
resulta la máxima que se leía en el
frontispicio del templo de Delfos: "Conócete
a ti mismo". Esta sabia sentencia se
continuaba en el sancta-santorum de
dicho templo donde se encontraba escrito
"...y conocerás a Dios".
En realidad este asunto es muchísimo más
complejo y profundo pues de la conexión
interna (de esencia metafísica y
trascendental) entre Dios y el ser
humano resulta por analogía la necesaria
unión y correspondencia entre el
Macrocosmos y el Microcosmos. De hecho
la Divinidad se halla presente en cada
ser viviente y es en nosotros mismos
donde debemos buscarla. Esto, desde
luego, es parte fundamental de la
Enseñanza Tradicional y no debe ser
considerado como un dogma sino como
expresión de las vivencias de múltiples
seres elevados de todos los tiempos y de
los más diversos lugares.
Esta Ley Hermética de Correspondencia y
Analogía constituye la base y esencia de
la totalidad de la disciplina
astrológica y es lo que justifica el
estudio profundo y meditado de los
símbolos. Aquí está implícito otro
Principio Hermético inseparable del
anterior: la Armonía Universal y Total
del Cosmos manifestado e inmanifestado,
que es la que asegura precisamente el
nexo de correspondencias y analogías en
que se funda todo el quehacer simbolista
y, en particular, el astrológico.
Otro Principio Hermético fundamental (e
inseparablemente ligado a los restantes)
es EL TODO EN EL TODO de los antiguos.
Este Principio nos dice que el Todo está
presente y se refleja en todo y así,
como consecuencia, todas las cosas se
reflejan en todas las cosas. La ciencia
moderna comienza a reconocer lentamente
este hecho. El célebre teorema de Bell (que
dio por tierra con la concepción
einsteniana de una realidad física
consistente en elementos independientes
no interactivos separados espacialmente,
cosa que resulta incompatible con las
leyes de la mecánica cuántica) pone en
evidencia que el universo está
fundamentalmente interconectado, que es
interdependiente e inseparable. Como
señala Fritjof Capra (en su muy
interesante obra "El Tao de la Física")
este logro científico concuerda
exactamente con la afirmación del sabio
budista Nagarjuna quien afirmaba hace
cientos de años "Las cosas derivan su
ser y su naturaleza de su dependencia
mutua y en sí mismas no son nada". Es
innecesario subrayar la importancia que
tiene este hallazgo de Bell para la
perspectiva hermético-astrológica (que
todo astrólogo sigue lo quiera o no, lo
sepa o no). Este resultado ratifica cuan
certero es lo afirmado por la Tradición
Primordial en relación al TODO EN EL
TODO. En una obra reciente ("Giordano
Bruno oder der Spiegel des Unendlichen")
Eugen Drewermann ha expresado al
respecto de este Principio Hermético
ideas dignas de análisis para los
hermetistas y que por ello citamos:
"Si existe un Dios que quiere
manifestarse, comunicarse y revelarse en
su creación, El no puede hacerlo con
leyes puramente mecánicas. Tendrá
entonces que impulsar al mundo desde
dentro y no desde fuera; tendrá entonces
que poner una partícula de Sí en cada
átomo. Y así cada cosa particular, cada
animal, cada ser humano tendrá en sí una
copia del Todo aunque de una manera que
solo le corresponde a él de manera muy
especial. Y esa imagen peculiar del
conjunto ha de capacitarle para moverse
como corresponde en la marcha del todo".
Pasa así a ser "la forma expresada que
viviendo se desarrolla" (según la
expresión tan certera de Goethe).
Vemos que la concepción hermética del
Todo en el Todo conduce en forma natural
e inmediata a la concepción hindú del
Sutra-Atma (Alma-hilo) o sea la
Divinidad presente e inmanente en cada
átomo del Cosmos. Nada podría ajustarse
más a la Tradición Primordial en el
sentido que le daba a esta expresión
René Guénon. Pero Drewermann tiene más
aciertos cuando afirma: "Si el universo
se asemeja realmente a un organismo
animado, se impone la hipótesis de que
en lo más pequeño está contenido el Todo.
Pero cada parte es una imagen del
conjunto, en tanto que configurada por
este y en tanto que contribuye a la
configuración total... Por sobre todo
aparece bien claro que la idea de una
pura interacción mecánica, incluso solo
dentro del mundo material, representa
una increíble reducción de la realidad".
Muy adecuado es esto como tema de
reflexión para los irreflexivos que
pretenden "explicar" la Astrología con
ondas, vibraciones y energías que jamás
se detectaron ni midieron... Por otra
parte, el hecho de que no se pueda
existir en forma independiente y
separada del resto nos pone frente a
otra concepción hermética tradicional:
EL MISTERIO DE LA UNIDAD. El pensar este
misterio conduce en forma natural a la
Fraternidad Universal. El vivenciarlo,
previa una adecuada (y ardua)
preparación por medio de disciplinas
espirituales, constituye una elevadísima
experiencia Iniciática, la que recibe
distintos nombres en las diferentes
formas tradicionales (Visión beatífica,
Samadhi, Satori). Y vale la pena
destacar aquí la triste suerte que toca
a los desgraciados que quieren abrir
esta puerta con las llaves falsas de la
droga o de la magia sexual. Solo les
cabe esperar la ruina completa de alma,
mente y cuerpo.

3- LEY DE VIBRACIÓN
En el Universo nada está en reposo: todo
se mueve, gira y vibra. Este antiguo
principio hermético conocido por algunos
pensadores griegos (por ejemplo
Heráclito) ha sido redescubierto por la
Física en el Siglo XX. Pero la Física
hasta ahora solo se ha ocupado de un
tipo de materia que es la más baja y
burda: la Gunamayi Prakriti o materia
sometida a la acción de las gunas o
cualidades. Recordemos que la Enseñanza
Tradicional habla de tres tipos de
materia: además de la mencionada existen
otros dos tipos de naturaleza más
elevada, la Esha o Kalyani Prakriti y la
Daivi Prakriti. Esto coincide con lo
afirmado por El Kybalion. Revelaremos
aquí un misterio iniciático. La Esha o
Kalyani Prakriti es la materia de orden
muy elevado que se transmite en las
Iniciaciones reales (no simbólicas) y
que induce un estado vibratorio más
elevado en quien recibe dicha Iniciación
o al menos lo facilita. La Daivi
Prakriti, aún más elevada, solo se
transmite en las Iniciaciones más
elevadas. Esta Daivi Prakriti es lograda
por los Maestros de la Jerarquía como
transmutación de la materia ordinaria
por medio de disciplinas espirituales y
austeridades muy prolongadas. Leyendo
las vidas de los Maestros encontramos a
menudo pasajes donde se narra como el
Gurú por contacto o a distancia le
infunde un nuevo estado de conciencia
pleno de gloria y dicha inefable a su
discípulo. Esto se trata, en realidad,
de un nuevo estado vibratorio más
intenso que hace que la conciencia
funcione en niveles más elevados.
En nosotros mismos no es un secreto que
podemos lograr estados vibratorios más
elevados mediante la disciplina
espiritual asidua, los pensamientos
nobles y la dieta adecuada. Cuando
funcionamos en un estado más elevado y
puro se clarifican nuestros pensamientos
y se ennoblecen nuestras emociones. Por
sobre todo resulta más fácil elevar
nuestra conciencia en los koshas (cuerpos
o vehículos del ser humano), lo que se
realiza mediante disciplinas que no es
dable divulgar. El Kybalion nos enseña
que existen infinitos grados posibles de
vibración material desde el más burdo de
la materia densa hasta el más intenso de
la materia sutil. En el ser humano esto
corresponde al plano Suddha-Avyakta de
la Cámara Etérica del corazón donde mora
la Chispa Divina, la Divinidad en
nosotros refulgente como millones de
soles. Aquí solo un hilo separa la
materia del Espíritu. Un ejemplo de
todos conocido es como la frecuencia de
vibración afecta los colores y de que
modo se pasa, dentro del espectro
visible, del rojo al violeta para luego
tornarse invisible. Entramos ahí en la
zona de los denominados Rayos X, no
perceptibles por el ojo humano.
Pero lo importante aquí no es extenderse
en consideraciones propias de la Física
sino adentrarse en los aspectos
pertinentes de la Enseñanza Tradicional
que hacen a nuestra elevación interna.
Existe un hecho por todos comprobado: si
nos hallamos tranquilos pero en compañía
de personas en estado de excitación
nerviosa comenzaremos a sentirnos
molestos y desasosegados. Solo
hallaremos paz de nuevo alejándonos de
tales personas. La explicación profunda
de este hecho se halla en las
denominadas "formas de pensamiento".
Cada estado mental genera ondas y
vibraciones. Parte de estas son
proyectadas al exterior y tienden a
afectar las mentes de otras personas "por
inducción". Este hecho, el que hasta
hace poco era negado categóricamente por
los medios científicos, comienza a ser
reconocido oficialmente. No hace mucho
leí que en Rusia se había desarrollado
un dispositivo que generaba ondas
similares a las que genera una persona
en alto estado de nerviosismo. Colocado
con disimulo cerca de donde un grupo
dialogaba en paz y armonía, el
dispositivo al funcionar provocaba la
dispersión de ese grupo. Solo falta
ahora crear otro dispositivo que al
funcionar...provoque el alejamiento de
todas las personas nerviosas e
irascibles.
Hablando ahora muy en serio diremos que
mediante disciplinas adecuadas podemos
lograr que nuestra mente eleve nuestro
estado vibratorio y neutralice así todas
las emociones indeseables. Por supuesto
esto es una verdadera clave oculta pero
no la más difícil de lograr. Los
Maestros pueden afectar las mentes de
otros llevándolos a estados interiores
más elevados. Los "milagros" operados
por los Grandes Seres son en realidad
aplicaciones de este Principio de
Vibración. Pero para llegar a ello es
necesario pasar por el proceso previo de
Alquimia Mental a través de las
disciplinas adecuadas. Por cierto que,
como afirma "El Kybalion": "Aquel que ha
comprendido el Principio de Vibración ha
aferrado el cetro del poder".
Y vale la pena recordar que:
"Para cambiar vuestro estado mental
basta cambiar vuestro estado de
vibración interior".

4- LEY DE POLARIDAD
Reflexionemos un instante sobre este
hecho físico: si cortamos una barra de
hierro imantada no obtendremos un polo
positivo y un polo negativo separados
entre sí sino dos mitades que
constituyen cada una imanes completos
con ambos polos. Los polos o pares de
opuestos son inseparables en este mundo
de dualidades pues cada uno participa de
la misma naturaleza del otro. En
realidad nosotros mismos creamos o al
menos permitimos la dualidad de lo bueno
y lo malo, lo deseable y lo indeseable
en base a nuestra actitud mental [3].
Tan pronto se genera la luz aparece la
sombra como carencia de ella y esta
última solo desaparecerá si la luz
tambien lo hace. El frío y el calor no
son cosas esencialmente distintas, solo
constituyen diferentes estados térmicos
o vibratorios de la materia. Es
imposible decir donde comienza uno y
termina otro pues solo son grados
distintos de la misma cosa. "Tésis y
antítesis son idénticas en naturaleza
pero diferentes en grado". El que viaja
lo suficiente hacia el Norte se
encontrará viajando hacia el Sur. De
aquí que los extremos se toquen pues no
difieren en esencia. Pero apliquemos
ahora el principio de inducción
trascendental que nos permite pasar de
lo visible, imagen y representación de
lo invisible, a esto último que escapa a
nuestros sentidos. Así encontramos que
la Enseñanza Tradicional nos dice que
pasar de la materia burda al estado de
mayor elevación es solo una cuestión de
estados vibratorios. Tenemos que, de
este modo, los extremos se tocan y los
opuestos se reconcilian. Pero esta Ley
Hermética de Polaridad nos abre las
puertas para una transmutación interna
en nuestro ser haciendo verdaderamente
Alquimia Astrológica.
Recordemos aquí al Kybalion cuando
afirma: "La verdadera transmutación es
un arte mental". No se trata de alcanzar
el oro vil sino el oro filosófico como
aclaraban los antiguos Adeptos. Así pues
la Alquimia Hermética tiene por
finalidad transmutar la mente y no la
materia. Sigo en esto al Prof. Reichelt
cuando sabiamente sugería "llevar cada
astro en debilidad al signo opuesto para
desarrollar las cualidades que allí
daría"! Quien tenga oídos para oír que
oiga.
Y bueno será reflexionar sobre lo
siguiente:
"Para destruir una frecuencia indeseable
de vibración mental poned en operación
el Principio de Polaridad y concentraos
sobre el polo opuesto a aquel que
deseáis suprimir. Matad lo indeseable
cambiando su polaridad".

5- LEY DE CICLOS Y RITMOS (LEYES
CÍCLICAS O PERIÓDICAS DE LA VIDA).
La noche sigue al día y el día a la
noche, las estaciones se suceden
invariablemente en orden cíclico. Para
el observador atento en todo hay un
flujo y un reflujo, un creciente y un
menguante que refleja la variación
pendular que a todo alcanza: a la
expansión y al apogeo sucede la
decadencia y caída. Esto es válido para
los universos y para los pueblos, para
los astros y para los insectos. En
nuestra mente la variación pendular
afecta nuestros estados de conciencia y
nuestros pensamientos. Hay un ritmo en
ello y hace mucho los Adeptos
descubrieron la manera de superarlos.
Toda dualidad se resuelve ascendiendo a
un plano superior donde los opuestos se
sintetizan y reconcilian y su juego
desaparece: nuestros estados mentales no
son la excepción.
Para evitar estas variaciones cíclicas
debe estabilizarse la conciencia en un
estado superior donde los vaivenes del
péndulo no puedan afectarla. Es "volar
por encima de la tormenta" mediante esto
o bien, más simplemente, polarizándose
en el polo deseado y no apartándose de
este. Esto lo logran los Grandes Seres
mediante el desarrollo de voluntad,
equilibrio y firmeza mental hasta un
grado difícil de creer. Es la Ley
Cíclica o Pendular la que nos permite
comprender la vida cuando advertimos que
inesperada o inexplicadamente alguien
alcanza placeres y felicidades
superiores a lo común y a lo corriente.
La Ley Pendular nos indica que este
mucho placer de ahora es el balanceo y
compensación de duras pruebas anteriores.
La Ley de Compensación y Justicia
siempre se halla en acción aún cuando la
neguemos y no queramos reconocerla. El
hecho de que el ritmo pendular suele ser
más lento de lo que nosotros desearíamos
hace que ande tanto individuo resentido
en este mundo. Pero el TODO es el dueño
de todo el tiempo y se lo toma...
Y vale la pena reflexionar esto: "El
ritmo puede ser neutralizado mediante la
aplicación del arte de la polarización"

6- LEY DE CAUSA Y EFECTO (CAUSALIDAD).
Nada sucede por casualidad:
pues todo es necesario
y, por tanto, nada puede ser casual.
Ya hemos encontrado esta Verdad y ahora
deberemos completarla con este Sexto
Principio Hermético. La Ley del Todo es
que ningún evento surja por sí solo en
ningún plano de existencia o estado del
ser. Cada hecho se encadena con los que
lo causan y con los que él, a su vez,
causará. Esta es la Ley de Causa y
Efecto de la que la Física solo reconoce
un caso muy particular. Resulta así que
nada sucede a nivel de eventos fuera de
las leyes que se desprenden de la Gran
Ley del Todo. Pero lo importante es
subrayar que las leyes de los planos
inferiores se hallan subordinadas a la
de los planos superiores y así los
Maestros modifican una realidad de orden
inferior en base a ajustarse a las leyes
de los planos superiores. Es un grave
error sostener que los Maestros escapan
a la Causalidad. Por el contrario se
aferran a ella pero para poder, de este
modo, controlar las circunstancias de
mundos menos elevados como es caso del
nuestro.
Para remover los efectos indeseables
siempre y en todos los casos es
necesario comenzar por remover las
causas de tales efectos. Este es el Gran
Secreto que permite actuar y lograr el
Bien sabiendo que lo que se interpone no
es un hecho aislado (tal cosa no existe)
sino una consecuencia o efecto de otros
factores.
7- LEY DE GENERACION (LEY DE GÉNERO).
Existe una confusión frecuente respecto
de la cual el Kybalion previene.
Consiste en aceptar como sinónimos
género y sexo. En rigor el sexo es solo
una manifestación particular del género
en el plano de la vida orgánica. Género
proviene de una raíz latina que
significa engendrar, generar, procrear,
crear, producir. Este Principio
Hermético señala que toda generación
supone la participación interactiva de
dos Principios, uno
Masculino-Activo-Positivo y otro
Femenino-Negativo-Pasivo. Los ejemplos
físicos pueden multiplicarse. Por
ejemplo para el análisis de los iones y
la teoría de la afinidad química
remitimos al Kybalion. Otro ejemplo es
la Ley de Coulomb en la electrostática.
La ilustración que ofrece probablemente
más interés es la de los hemisferios
cerebrales humanos. En esto la Ley de
Género aparece claramente perfilada. En
cada uno de nosotros el hemisferio
izquierdo (solar) es
Masculino-Activo-Positivo pues se
desempeña como activo, expresivo y
lógico: su función básica es el
ordenamiento racional. El hemisferio
derecho (lunar) es
Femenino-Pasivo-Negativo y su naturaleza
es receptiva, poética e imaginativa. El
hemisferio masculino actúa energetizando
y estimulando al otro hemisferio al que,
por así decir, fecunda. Al femenino
corresponde como función la creación.
Este hecho ya se halla plenamente
reconocido por la ciencia oficial. Esto
aclara además porque los hemisferios
rigen en forma cruzada las mitades del
cuerpo dado que la mitad derecha es
solar y la izquierda es lunar.
Desde la remota antigüedad en las
Escuelas Hermetistas de Misterios se
enseñaba a los aspirantes que en todo
ser humano coexistían una parte
masculina y una femenina. Esto también
ha sido confirmado por científicos
modernos. Por ejemplo Carl Gustav Jung
enunció su modelo del Anima y del Animus
para dar cuenta de los hechos
psicológicos que observara. Por su parte
Otto Weininger enunció su notable"Ley
del Sexo" que presenta gran interés
desde el punto de vista astrológico y
psicológico.
El hermetismo explica fenómenos como la
telepatía afirmando que la componente
masculina de una mente actúa sobre la
componente femenina de otra. Cabe aquí
observar enfáticamente que la telepatía
como tantos otros fenómenos psíquicos
nada tienen que ver con la verdadera
espiritualidad pues se hallan a un nivel
muy inferior que esta. Remitimos a la
formidable denuncia de René Guénon en su
obra "El Reino de la Cantidad y los
Signos de los Tiempos".
Pero hay más. Todos sabemos cómo las
masas, pasivas y faltas de espíritu
crítico, se dejan dominar por líderes
políticos o religiosos que las manejan y
engañan como si fueran niños. La
explicación se halla bien a la mano:
tales líderes usan el principio
masculino de su mente para impresionar y
dominar a las mentes del rebaño humano.
Se trata siempre y sin excepción de la
energetización y estimulación del
principio femenino por el principio
masculino. Toda creación en todos los
planos se ajusta a este Principio "Como
arriba es abajo, como abajo es arriba".
Esto es parte de las Leyes inmutables de
la Vida y por ello funciona en la
práctica.
Concluyo así esta brevísima introducción
al Kybalion donde he querido aportar
algunos elementos que no figuran
explícitamente en el libro pero que
resultan de gran utilidad para su
comprensión. No me guía otro interés que
reclamar la atención y facilitar el
esfuerzo de aquellos que se hallan
calificados para penetrar con fruto en
esta obra grandiosa.

NOTAS:
[1] El abate Auber sigue al Dante en su
"Histoire et Théorie du Symbolisme
Religieux", 1884, T. II, p.50
[2] J. BOUCHER: "La Symbolique
Maçonnique", Dervy-Livres, Paris, 1980.
[3] Ver Dr. C. Raitzin (Dr. Spicasc)
"René Guénon y el problema del mal",
Hitos, No. 12. Una versión revisada se
ha incluido en este sitio web
ALGUNAS ACOTACIONES SOBRE EL KYBALION
Dr. Carlos Raitzin
El Kybalion es motivo permanente de
inspiración y reflexión. Estas notas
deben ser consideradas como un documento
de trabajo en permanente actualización.
Su único objeto es allanar el camino
para que otros puedan captar aspectos a
menudo complejos de una Enseñanza muy
elevada. Nada dirán a quien no haya
reflexionado largamente el texto del
libro.
1-EL PRINCIPIO DE MENTALISMO
"La mente mueve la materia"
Virgilio, Eneida, VI, 727.
"En su esfera de acción
cada verbo crea lo que afirma"
Aforismo hermético.
2-EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA Y
ANALOGÍA
Este principio nos permite una suerte de
inducción trascendental por medio de la
cual podemos pasar de lo visible a lo
invisible, de lo conocido a lo
desconocido aplicando la Ley de Analogía,
la que no es otra cosa que la aplicación
de este Gran Principio dentro del marco
de la Armonía Universal y Total.
3-PRINCIPIO DE CAUSA Y EFECTO
IDEA FUERZA (Mediador plástico) FORMA
Cada idea genera una fuerza e impulsa
una forma.
Cada fuerza resulta de una idea y forja
una forma.
Cada forma surge de una fuerza y
proviene de una idea.
TODO TIENE CAUSA
implica que
TODO ES NECESARIO
(Tercer Mahavakya de los Maestros
hindúes).
TODO ES NECESARIO
implica que
NADA ES CASUAL
(O sea que todo tiene causa).
Si algo no fuera necesario sería casual
y eso no existe.
Corolario: Si queréis remover el efecto
conoced primero y removed luego la causa.
5-En la terminología hindú tenemos
BRAHM = TODO, EL TODO
TODO TIENE LA NATURALEZA DE BRAHM
(o participa de ella) equivale a
El todo está en EL TODO
(Primer Mahavakya).
TODO ESTO ES BRAHM VERDADERAMENTE
implica
EL TODO está en el todo
(Segundo Mahavakya)
6-POLARIDAD
Para mejorar el estado de algo en
deficiente condición llevadlo al polo
opuesto. Si queréis erradicar una mala
cualidad, calidad o condición
desarrollad la opuesta. Y esto es válido
en todos los órdenes de la existencia.
8-PRINCIPIO DE CAUSALIDAD
"Hablar de casualidad es ofender a Dios"
G. E. Lessing
9-"PRINCIPIO DE LA MADRE DIVINA"
EL GENERO ES NECESARIO PARA CREAR y
EL TODO CREA.
Luego en el TODO coexisten ambos géneros,
es decir
HAY DOS PRINCIPIOS INSEPARABLES QUE
COEXISTEN.
Pero son meramente ASPECTOS DE
MANIFESTACION. Esta es la clave para
entender el Principio que subyace tras
el símbolo de la Madre Divina,
inseparable del Todo.
El hermetismo es NO DUALISTA. En la
manifestación es donde surge el binario
y luego el ternario donde se armonizan
los opuestos.
10-NOTA SOBRE EL TERCER MAHAVAKYA
Es distinto decir "Todo es necesario"
que decir "Todo es imprescindible e
insoslayable". Esto segundo
correspondería a un determinismo total.
Lo primero, que es lo correcto, supone
la acción de causas encadenadas con sus
efectos y que, para remover estos
últimos cuando no son deseables hay que
comenzar por detectar, conocer y remover
las causas.
A menudo basta con conocer esas causas (como
en psicología) pero la tarea no es fácil.
Recordad el decir de los Maestros en
cuanto que
"el libre albedrío de los seres si bien
sagrado es relativo".
Dale a tu alma la libertad de correr,
bailar, agradecer y amar.
Por la vida, el amor de nuestro hogar
nuestro planeta tierra Y del UNIVERSO.

FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO
FUNDACIÓN AMONRA CHILE
UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO...
A MIS PADRES Y HERMANOS
QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR UNA ALIANZA FORTALECIDA EN LA
CONSERVACIÓN
A LO QUE NUESTRO PADRE DE LOS MUNDOS
NOS HA DADO COMO HERENCIA.
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