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El Corazón
es el órgano más sensible de
nuestro organismo. Dentro de las
finas membranas del Corazón se
registran hasta los movimientos
sísmicos más lejanos del mundo.
El Corazón es el Sagrado Templo
del Maestro Interno.
El Maestro Interno nos habla en
forma de Corazonadas.
Si el hombre obedeciera a esas
Corazonadas, viviría sin
problemas.
El hombre se revela contra la
Voz del Maestro Interno, y se
crea problemas. Dentro de
nosotros hay dos hombres que
viven en eterna lucha: el uno
contra el otro. En nosotros hay
un “Hombre Celestial” y un
“Hombre Animal”. El Hombre
Animal quiere resolver todas las
cosas por su cuenta, y actuar
como mejor le parece. El Hombre
Celestial habla en forma de
Corazonadas; su voz es la Voz
del Silencio; y sus actos
siempre son rectos; y crean
Felicidad. El Hombre Animal es
la Mente, que reside en la
cabeza con sus Siete Portales.
El Hombre Celeste es el Maestro
Interno.
El Maestro ordena y la Mente no
le obedece; ella quiere resolver
todas las cosas por su cuenta y
actuar como mejor le parece, sin
tener en cuenta para nada las
órdenes del Maestro Interno.
Como consecuencia de esto, surge
necesariamente el dolor y la
amargura, que son el resultado
de la acción errada y del
esfuerzo inútil. Dichosos los
que sólo se mueven con la Voz
del Silencio; a ellos nunca les
faltará el pan, abrigo y
refugio; vivirán sin problemas y
tendrán bienaventuranza.
“Cochero, dominad bien el potro
cerrero de la Mente, para que no
lance vuestro carro al Abismo”.
El Maestro Interno es el Señor
del corazón, el Maestro Interno
es el Íntimo, El Maestro interno
está más allá de la voluntad y
mucho más allá de la Conciencia.
El Maestro interno es el Divino
testigo, sentado en el trono del
Templo corazón. La Esencia
Interna del Maestro es Felicidad
Absoluta y Omnisciencia
ilimitada. El Maestro Interno es
“simple.” Todo lo demás es
compuesto. La Naturaleza Eterna
vive cambiando, pero el Maestro
Interno es inmutable, y por esa
causa el Maestro puede librarse
de la Naturaleza. La Naturaleza
arroja sus sombras sobre el
Maestro, pero el Maestro Interno
está más allá de todas las
sombras. Cuando el Alma se
fusiona con el Maestro Interno,
entonces se libera de la
Naturaleza y entra en la Suprema
Felicidad de la Existencia
Absoluta. Ese estado de
Felicidad se llama Nirvana. Al
Nirvana se llega a través de
millones de nacimientos y de
muertes, pero también se llega
por medio de un camino más
corto, y ese camino es el de la
“Iniciación. “El Iniciado llega
al Nirvana en una sola vida, si
así lo quiere. “Angosta es la
puerta, y estrecho el camino que
conduce a la luz, y muy pocos
son los que lo hallan.” Existen
Siete Santuarios Iniciáticos en
el Mundo Astral, y si el
discípulo quiere progresar en
esta senda, tiene que buscar un
Maestro. “Cuando el discípulo
está preparado, el Maestro
aparece.”
“Cuidaos de los falsos
profetas.” No aceptéis Maestros
externos del Físico. Aprended a
salir en Cuerpo Astral y cuando
ya estéis prácticos en el
astral, escoged a un auténtico
Maestro de Misterios Mayores de
la Blanca Hermandad, y
consagradle a él la más absoluta
devoción y el más profundo
respeto. En el Mundo Físico,
deberéis andar con mucho
cuidado, pues hay muchos Falsos
Profetas. No aceptéis órdenes
externas de nadie; únicamente
debéis obedecer las órdenes que
“nosotros” os demos en el Mundo
Astral. Hay en el Mundo Físico
muchos Iniciados de Misterios
Menores, buenos y sinceros, mas
como todavía no se han fusionado
con su Maestro Interno, son
también “Muertos Vivientes,” y
en consecuencia, tienen graves y
gravísimos errores, que pueden
extraviar al estudiante y hasta
hacerle caer en el Abismo.
Cuando nosotros queremos
hacernos reconocer en el Mundo
Físico de algún estudiante,
primero le daremos “señales” y
pruebas en el Mundo Astral, pero
“cuidado”, vivid alertas y
vigilantes como el vigía en
épocas de GUERRA porque en estos
tiempos el Anticristo hace
señales y prodigios engañosos.
“Sed sencillos como la paloma, y
Astutos como la serpiente.” “Sed
mansos y humildes, pero cuando
de la Verdad se trate, sed
Fuertes en Pensamiento, Palabra
y Obra.” Cuanto más alto estéis,
más terrible será una caída.
Cuidaos, pues, de caer, porque
el discípulo que se deja caer,
tiene luego que luchar mucho
para recuperar lo perdido.
Estas reglas son muy sencillas,
pero de terrible importancia.
Todas las Iniciaciones se
reciben en los Templos del Mundo
Astral, pero la escuela es la
misma Vida. Actuar sobre el
Corazón, por medio de la
Meditación. La Meditación
Interna reviste tres fases:
1º. CONCENTRACIÓN PERFECTA.
2º. MEDITACIÓN PERFECTA.
3º. SAMADHÍ PERFECTO.
Hay que concentrar la Mente en
el Maestro Interno. Hay que
Meditar en la majestad del
Maestro Interno. Hay que hablar
con el Maestro Interno, hasta
oír su voz y conversar con El
cosas inefables… Esto se llama
“Samadhí.
La Concentración es una técnica.
La Maestra H.P.B. dice
textualmente lo siguiente:
“Antes que el alma pueda oír, la
imagen (el hombre) deberá ser
tan sorda a los rugidos como a
los murmullos, a los bramidos
del elefante como al argentino
zumbar de la luciérnaga dorada.” |