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La
necesidad
de
Ser
Holístico
U na
de
las
grandes
inquietudes
del
ser
humano
a
través
de
su
historia
ha
sido
la
búsqueda
de
la
verdad.
El
conocimiento
que
podemos
adquirir
de
las
cosas
que
nos
rodean,
los
hechos,
las
ideas,
nos
interesan
en
la
medida
que
se
acerquen
lo
más
posible
a
nuestro
concepto
de
lo
que
es
verdadero.
Incluso
se
han
desarrollado
una
gran
cantidad
de
técnicas
para
tratar
de
diferenciar
entre
lo
que
puede
ser
una
simple
opinión
de
alguien
y
un
conocimiento
aceptado
como
verdadero.

En
nuestra
búsqueda
de
la
verdad
abarcamos
prácticamente
todas
las
gamas
del
conocimiento
humano,
todos
los
aspectos
desde
lo
terrenal
a
lo
místico.
Nos
interesa
por
ejemplo:
el
origen
del
Universo,
de
la
vida
del
ser
humano;
la
naturaleza
del
pensamiento,
la
existencia
de
vida
en
otros
lugares
del
universo.
En
fin,
todo
lo
que
proporcione
la
oportunidad
de
acercamiento
a
la
verdad,
a
la
realidad
del
universo
que
nos
rodea
y
del
universo
interno
que
cada
uno
de
nosotros
lleva
dentro
de
sí.
Algo
que
produce
una
gran
desazón
en
los
seres
humanos
es
la
percepción
tan
diferente
que
existe
de
los
fenómenos,
a
partir
de
la
misma
observación.

Es
notable
comparar
las
opiniones
de
un
grupo
de
personas
que
han
sido
testigos
de
un
mismo
hecho.
Hay
una
diferencia
tal
que
en
muchas
ocasiones
podría
pensarse
que
se
está
ante
la
descripción
de
un
hecho
diferente.
Las
opiniones,
incluso,
pueden
ser
absolutamente
contradictorias
unas
con
otras
y
cada
uno
de
los
observadores
asegurará
que
su
observación
fue
la
correcta.
Habrá
quienes
piensen
que
hay
mala
intención
en
la
exposición
de
los
hechos:
es
que
para
muchos
aun
existe
una
gran
tendencia
a
creer
que
su
personal
percepción
de
la
realidad
es
la
única
verdad
y
debe
ser
aceptada
por
toda
la
humanidad
como
una
verdad
indiscutible.

El
tomar
conciencia
que
tus
sentidos
en
ocasiones
te
juegan
bromas
desagradables,
te
puede
llevar
a
pensar
en
cuál
será
la
posibilidad
real
de
conocer
el
universo
que
te
rodea.
Es
interesante
que
reflexiones
si
tus
limitaciones
te
permiten
atisbar,
aunque
sea
parcialmente,
la
verdadera
naturaleza
no
ya
de
cosas
trascendentes,
sino
aunque
sea
de
aquéllas
absolutamente
cotidianas
y
que
son
parte
de
la
problemática
diaria
en
la
vida
de
todo
ser
humano.
Las
razones,
por
ejemplo,
por
las
cuales
pierdes
un
ascenso,
o
aun
el
empleo,
si
en
general
prácticamente
todo
el
mundo
se
considera
a
sí
mismo
muy
trabajador
y
eficiente
en
su
desempeño
laboral.
Las
razones
por
las
cuales
una
relación
amorosa
no
fructificó
a
pesar
de
todo
el
interés
y
energía
que
se
empleó
en
ella.
Los
motivos
por
las
cuales
muchos
padres
tienen
tantos
problemas
con
sus
hijos,
sobre
todo
cuando
ellos
llegan
a
la
adolescencia
y
ya
no
aceptan
la
autoridad
paterna
como
algo
indiscutible.

Indudablemente
se
necesita
una
visión
más
completa,
más
globalizada
del
mundo
en
que
se
vive.
La
humanidad,
en
general,
ha
ido
perdiendo
poco
a
poco
está
visión
más
integral,
debido
a
la
formación
que
se
nos
entrega,
en
la
cual
es
muy
importante,
para
entender
las
cosas,
dividir
todo
lo
que
se
nos
presenta
en
sus
componentes.
Existe
una
tendencia
al
análisis.
Esta
tendencia
la
podemos
observar,
por
ejemplo,
en
los
juegos
de
los
niños,
que
desarman
sus
juguetes
para
ver
qué
contienen.
Todo
niño
puede
observar,
luego
de
haber
desarmado
su
juguete
favorito,
que
éste
ya
dejó
de
funcionar
y
que
no
le
presta
la
misma
utilidad
que
antes.
Esta
es
la
primera
vivencia
que
tenemos
de
que
el
todo
no
siempre
es
igual
a
la
suma
de
sus
partes,
sino
que
hay
algo
adicional
en
la
forma
en
que
esas
partes
están
unidas
y
que
le
da
ese
aspecto
diferente
y
esa
utilidad
tan
especial
y
apreciada.
Es
lo
que
nos
hace
distinguir
perfectamente
la
diferencia
entre
un
ser
humano
y
un
determinado
numero
de
átomos
de
carbono,
hidrógeno
y
oxígeno
que
son
los
componentes
principales
de
la
parte
física
de
todo
ser
vivo.

Para
poder
entender,
entonces,
un
universo
tan
complejo
como
éste,
es
necesario
que
podamos
captar
todas
las
partes
y
su
funcionamiento
al
mismo
tiempo,
adquiriendo
un
conocimiento
que,
no
solamente
abarque
el
aspecto
concreto
de
las
cosas,
sino
que
en
algún
instante
seamos
capaces
de
captar
la
esencia
de
las
cosas.
Esta
captación
de
la
esencia
nos
permite
un
trabajo
directo
de
desarrollo
de
la
mente
abstracta.
No
hay
que
olvidar
que
el
desarrollo
de
esta
actividad
mental
es
una
de
las
características
que
se
está
dando
fuertemente
en
la
humanidad
actual.

Curiosamente,
podrían
decir
algunos,
aunque
nosotros
diríamos
mas
bien
causalmente,
nos
encontramos
con
que
en
este
momento
hay
un
gran
interés
en
desarrollar
la
capacidad
holística
de
percibir
las
cosas,
nacida
de
la
necesidad
que
tenemos
los
seres
humanos
de
conocer
la
verdad
en
todos
los
aspectos
que
nos
sea
posible.
La
palabra
holístico
se
ha
puesto
muy
de
moda
últimamente.
Deriva
del
griego
holos
que
significa
todo
o
entero.
Entonces,
un
conocimiento
holístico
esta
encaminado
a
captar
simultáneamente
todos
los
aspectos
que
forman
una
cosa
y
la
manera
en
que
todas
esas
partes
interactúan
entre
sí
para
dar
como
resultante
ese
objeto,
ser
vivo
o
idea
tan
particular
y
original
que
no
puede
ser
confundida
con
ninguna
otra.

La
técnica
también
ha
hecho
su
trabajo
para
lograr
que
la
idea
holística
esté
presente
en
el
pensamiento
humano.
Así
se
ha
desarrollado
hace
relativamente
poco
tiempo
la
holografía
a
través
de
la
cual
es
posible
lograr
imágenes
en
tercera
dimensión
usando
rayos
láser.
Esta
técnica
fue
desarrollada
en
1947
por
Dennis
Gabor,
un
científico
húngaro
que
recibió
el
premio
Nobel
de
Física
en
1971
por
esta
invención.
Al
igual
que
la
fotografía,
la
holografía
es
un
registro
de
la
luz
en
película,
pero
tiene
más
semejanza
con
el
sonar
y
el
radar
que
con
aquélla.
|
|
|

En
la
holografía
la
información
esta
distribuida
igualmente
en
toda
la
película,
de
tal
manera
que
si
una
pequeña
parte
de
ella
se
corta,
la
escena
entera
puede
observarse
todavía
a
través
de
esa
pequeña
porción.
Cada
parte
del
holograma,
por
pequeña
que
sea,
registra
la
escena
completa
aunque
vista
desde
una
perspectiva
diferente.
La
capacidad
de
los
hologramas
de
almacenar
información
de
una
manera
tan
dispersa
ha
llevado
a
muchos
a
especular
sobre
la
posibilidad
de
que
el
cerebro
humano
funcione
de
manera
semejante.
Es
posible
que
los
recuerdos
se
almacenan
en
la
memoria
como
un
holograma.

Para
empezar
a
trabajar
en
el
desarrollo
de
la
captación
holística
debes,
entonces,
tomar
todas
las
posibilidades
que
se
te
presentan
y
trabajarlas
a
fondo.
Una
parte
muy
importante
de
esta
captación
holística
es
la
ayuda
que
pueden
ofrecerte
las
otras
personas
con
las
cuales
te
relacionas
a
diario.
Para
que
esta
ayuda
pueda
realizarse,
sin
embargo,
tienes
que
estar
alerta
a
las
ideas
que
los
otros
te
entreguen;
escucharles
cuidadosamente,
sin
criticarlas,
antes
de
haberles
entendido
por
completo
y
sin
competir
con
las
otras
personas
con
tus
propias
ideas.
Debes
tener
en
consideración
que
muchas
de
las
ideas
que
se
te
entregan
tienen
como
respaldo
un
cúmulo
de
conocimientos
y
experiencias
que
no
tienes
o
que
posees
parcialmente
y
que
tienes
en
el
intercambio
la
valiosa
oportunidad
de
alcanzar
un
conocimiento
que
de
otra
manera
difícilmente
podrías
obtener.

Otra
forma
importante
de
obtener
una
visión
holística
de
las
cosas
es
tener
conocimiento
de
un
gran
número
de
variadas
disciplinas.
No
se
trata,
por
supuesto,
de
ser
una
enciclopedia
ambulante,
sino
de
tener
el
conocimiento
suficiente
que
te
permita
establecer
relaciones
entre
un
contenido
y
otro
para
finalmente
lograr
la
visión
global,
completa,
holística
que
quieres
desarrollar.
Por
lo
tanto,
el
conocimiento
superficial
y
puntual
te
sirve
a
medias
solamente:
lo
más
importante
es
tener
un
orden
mental
que
te
permita
aprovechar
la
información
de
la
cual
dispones
para
que
se
vayan
creando
en
tu
mente
estructuras
completas,
que
luego
te
permitan
ir
desarrollando
la
mente
abstracta
a
través
de
un
trabajo
de
analogías.

Todos
los
puntos
convergen
en
el
mismo
camino,
hacia
iguales
etapas
de
desarrollo
y
todos
los
descubrimientos
actuales
te
permiten
avanzar
hacia
ese
conocimiento
que
se
está
haciendo
imprescindible
a
los
seres
humanos
para
que
continúe
la
evaluación
que
se
ha
ido
produciendo
desde
el
momento
de
su
aparición
sobre
la
faz
del
planeta.
Imagina
una
caja
cúbica
que
tiene
cada
una
de
sus
caras
de
diferentes
colores.
Dentro
de
la
caja
un
objeto
pequeño,
supongamos
una
manzana.
Alrededor
de
la
caja
se
encuentran
seis
observadores
uno
por
cada
una
de
las
caras
del
cubo.
Cada
uno
de
los
observadores
es
capaz
de
ver
solamente
la
cara
del
cubo
que
tiene
frente
a
sí.
Uno
por
cada
uno
de
los
puntos
cardinales,
uno
para
la
cara
superior
y
otro
para
la
cara
inferior
del
cubo.
Ninguno
de
ellos
es
capaz
de
ver
el
contenido
de
las
cajas.
Si
se
les
pregunta
a
cada
uno
de
estos
observadores
de
que
color
es
la
caja,
cada
uno
dirá
el
color
que
es
capaz
de
percibir
en
ese
momento.
No
faltará
el
que
diga
que
los
otros
observadores
están
equivocados
y
que
solamente
él
esta
en
lo
correcto
y
es
poseedor
de
toda
la
verdad.
Cada
uno
de
los
observadores
a
pesar
que
solamente
tiene
ante
su
vista
una
cara
del
cubo,
probablemente
llegue
a
la
conclusión
de
que
todas
las
otras
caras,
que
no
están
a
su
vista,
son
iguales
a
la
que
ve
en
esos
momentos.

Difícilmente
alguno
de
los
observadores
será
capaz
de
darse
cuenta
de
que
en
el
interior
de
la
caja
hay
una
manzana
ni
mucho
menos
serán
capaces
de
percibir
las
características
de
la
misma.
¿Cómo
hacerlo
para
sobrepasar
la
terrible
limitación
que
implica
el
ver
solamente
un
aspecto
de
la
realidad?

Cada
uno
de
estos
observadores
tiene
esa
oportunidad,
siempre
que
se
comunique
con
los
otros
y
acepte
lo
que
los
otros
también
están
observando;
incluso
es
posible
que
en
algún
momento
su
comprensión
de
la
realidad
que
el
otro
esta
observando
sea
tal
que
pueda
ponerse
en
el
lugar
de
él
y
ver
entonces
lo
mismo
que
el
otro
y
podrá
finalmente
darse
cuenta
por
sí
mismo
que
la
caja
tiene
caras
de
diferentes
colores.
Finalmente,
y
habiendo
sido
capaz
de
realizar
todo
ese
trabajo
para
la
percepción
externa
de
la
caja,
tal
vez
alcance
un
desarrollo
mayor
que
le
permita
tener
acceso
a
la
parte
interna
del
objeto
y
pueda
conocerlo
en
forma
global
por
dentro
y
por
fuera
al
mismo
tiempo;
y
luego
con
mayor
desarrollo
aún,
llegar
a
percibir
en
toda
su
dimensión
la
manzana
que
se
encuentra
dentro
de
él.

Cuando
todo
esto
se
haya
realizado
podremos
decir
que
se
ha
producido
una
percepción
holística
de
la
realidad
e,
indudablemente,
aquél
que
ha
sido
capaz
de
esa
percepción,
está
mucho
más
desarrollado
internamente
y
podrá
percibir
otras
realidades
más
trascendentes
que
están
vedadas
a
quienes
no
han
tenido
la
oportunidad
de
desarrollarse
en
ese
sentido.
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