Desde siempre, el
hombre ha explorado diversos caminos del arte, la ciencia y el
espíritu, en su intento por descubrir la verdad sobre sí mismo.
Al estudiar el origen de los números, nos encontramos con que
los hindúes -de quienes Pitágoras recibió el conocimiento de los
números- lo consideraban como una ciencia sagrada. También los
hebreos atribuían un profundo significado a los números,
relacionándolos con las fuerzas cósmicas.
Es en este contexto que debemos entender que nuestra fecha de
nacimiento determina ciertas influencias vibracionales en cada
uno de nosotros; y es a través de su estudio, la forma en que
podemos descubrir cuáles son nuestras fortalezas y debilidades.
Por medio del conocimiento de los números del alma, de la
personalidad, del regalo de Dios, de las vidas pasadas y de la
misión, aprenderemos a observarnos, respetarnos, amarnos y
cultivarnos; sin olvidar nunca que la base de la numerología es
el propio ser humano. |
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