|
Que la Paz
y las Bendiciones de los Santos Seres afluyan sobre el mundo; que permanezcan en
las Naciones Unidas, en el trabajo y en los servidores, protegiéndolos,
purificándolos y fortaleciéndolos.
Hay una Paz que trasciende al entendimiento. Mora en los corazones de quienes
viven en lo Eterno.
Hay un Poder que hace todas las cosas nuevas. Vive y actúa en quienes se conocen
a Si Mismos como Uno.
Que el Ritmo de esa Paz vibre dentro de las Naciones Unidas y en el corazón de
cada servidor.
Que el Ritmo de ese Poder Creativo resuene dentro de las Naciones Unidas, y en
las vidas de todos quienes sirven allí. despertando, transmutando y dando cauce
a lo que debe ser.
Que el Cáliz que se está formando en las Naciones Unidas sea el punto focal para
el descenso de la fuerza espiritual, que llenándolo y rebosando hacia el mundo,
atraiga a todos aquellos cuya labor esté allí.
Que la conciencia de las Naciones Unidas sea más y más una sola y las diversas
luces Una sola Luz en la Luz del Ser.
|
|
Que la aspiración y la dedicación de las Naciones Unidas arda como clarísima
llama al servicio de la Humanidad.
Que el Amor, la Luz y la Energía de la VIDA UNA afluyan a través de las Naciones
Unidas, depurándola de todo mal y atrayendo todo Bien.
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO
|