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Cuando vayas a
orar entra en tu aposento y después de cerrar la
puerta ora a tu Padre, que está allí En lo
secreto; y tu Padre Que ve en lo secreto, te
recompensará.
Y al orar, no charléis mucho como los gentiles,
que se figuran que por su palabrería van a ser
escuchados. No seáis como ellos porque vuestro
Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.
Mateo 6,5-8
Muchas veces nuestro ser, cuerpo y Alma se
siente, triste, desesperado, cansado y deprimido
en diversos planos personales, lo cual ocurre
habitualmente por una falta de voluntad interna
de buscar la luz de nuestro templo interior y
llegar a una Comunicación con nuestro Creador,
la forma o formula el modo o manera de que
nuestra Alma se eleve, y se renueve a través de
un Santo o divinidad, jerarquías espirituales y
Maestros en Dios y Creador universal, es La
Oración.
Para iniciar esta comunicación es necesario
distinguir entre rezar y orar Comprendemos que
rezar es el hecho de recitar de memoria frases u
oraciones aprendidas con anterioridad sin un
fondo de sentimiento que nos conecte con la
verdadera divinidad.
Para la buena y real oración no es necesario
ejercicio alguno del intelecto. Se trata de una
disposición interior y afectiva que busca
solamente un encuentro en la intimidad con el
Creador del universo-Dios. Para ello no hace
falta construir frases, ni poner en marcha la
memoria. Sobran las palabras, basta únicamente
la voluntad: "Le quiero y quiero estar con Él".En este
sentido podemos afirmar que la oración es un
diálogo profundo con Dios, y, como en todo
diálogo, se hace imprescindible la escucha, la
actitud abierta y receptiva hacia Aquel de quien
lo esperamos todo, en quien confiamos y a quien
entregamos nuestra vida.
Si la oración es comunicación con un ser de luz,
santo, jerarquías, maestros, divino maestro
Jesús y Dios, debemos ser conscientes de que,
más esencial que lo que nosotros digamos es lo
que Dios nos puede trasmitir, y más importante
aún que el mensaje siempre será el Emisor. Toda
comunicación es válida en tanto en cuanto
favorece el encuentro, de esta forma la mejor
finalidad de la oración será procurar el
encuentro íntimo y personal con el Creador del
universo-Dios.
Toda relación incluye “dar” y “recibir”. Debido
a quién es Dios, nosotros recibimos mucho más de
lo que podemos dar, pero Él nos pide:
Alabanza apreciarlo por lo que Él es (Salmo
96:7-9).
Confesión reconocer nuestros errores (Salmo
32:3-5; 51:1-2).
Agradecimiento por sus dones, por rescatarnos y
por responder nuestra oración (Salmo 103:1-5).
Meditación reflexionando en las Escrituras
(Josué 1:8).
Entrega alegremente en su servicio (Romanos
12:1-2).
Orar no es torcerle el brazo a Dios. Es cooperar
con Él en sus propósitos para el mundo. En la
oración descubrimos su mente (Efesios 5:10, 17)
y nos unimos en propósito (Mateo 9:38; 10:5).
Así que orar y trabajar van juntos (Santiago
2:18-26). |
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POR QUÉ HAY QUE HACER ORACIÓN
“LAS COSAS
LLEGAN CUANDO ES EL TIEMPO JUSTO QUE REQUIEREN
PARA QUE PUEDAN LLEGAR Y ESE TIEMPO LO DETERMINA
TU CAPACIDAD DE FE Y DE ENTREGA EN LA CREACIÓN
DE LA COSA QUE LE PIDES A DIOS VER MANIFESTADA;
PUES LA ORACIÓN ES UNA FORMA DE CREAR, DECRETAR
Y PRECIPITAR DESDE LA FUERZA DE DIOS QUE HABITA
EN TU INTERIOR PARA QUE SE ORDENE Y MANIFIESTE EL
MUNDO EXTERIOR”.
La importancia de la oración es como La
amistad-el amor es un regalo, el mejor regalo
que nos podemos hacer los seres humanos así
mismo, es por tanto gratuidad total y absoluta.
En nuestras relaciones con Dios debe de existir
esa relación amistad-amor. volcarse en una
actividad cuidando la oración y fortaleciendo la
fe.
La oración, es una comunión que alimenta la fe,
consolida la esperanza, acrecienta al amor. Si
dejásemos de hacer oración en algunos casos es
como si dejáramos de comer. Al principio se
siente hambre, pero después ésta desaparece y
entramos en el plano inclinado de la muerte. En
el caso de la falta de oración será una muerte
espiritual.
CÓMO SE DEBE ORAR
Orar es tan natural como hablar, pero así como
se aprende a hablar, se debe aprender a orar. Al
tratar la forma de orar debemos diferenciar la
disposición externa, la interna y el método.
En primer lugar debemos resaltar la importancia
de la postura corporal. Para el ser humano el
cuerpo es un medio de comunicación, nos
expresamos a través de él. Todo esto es una
manifestación de nuestra persona y a cada gesto
le corresponde, además, una vivencia interior.
No expresamos ni sentimos lo mismo cuando
estamos de rodillas, o elevando las manos, o
cuando inclinamos la cabeza hacia abajo, etc. De
esta forma la expresión corporal acompaña
nuestra oración dándole forma e
intensificándola.
Por ello cuando se decide orar, conviene y es
indispensable buscar un lugar, que nadie nos
interrumpa, podemos sentarnos. Conviene cerrar
los ojos, para que nada nos distraiga o moleste,
hacer una relajación mental y física, así, nos
sentamos de forma tranquila, y hacemos tres
respiraciones profundas y largas, cuando
expiramos imagínate que estás largando toda
clase de tensión, nos ordenamos mentalmente,
"soltarse" dos o tres veces, es lo que en estas
disciplinas, se llama respiración rítmica,
podemos agregar ordenarnos PAZ sintiendo que nos
"soltamos" de toda preocupación.
Cuando ya notamos que hay una tranquilidad más o
menos 5 minutos, ponemos cuidado en los latidos
del corazón y cuando ubicamos nosotros nos
decimos : Ahí está Dios me está haciendo latir
el corazón desde donde El Dios está, que entra
por el centro de nuestra cabeza, en esa
operación, que nadie moleste, se puede poner una
música religiosa o clásica, bajito a nuestro
gusto.
Estando así, concentrado, como si pareciera que
uno no estás en la Tierra, ESA ES LA CONEXIÓN
con Dios
Es aconsejable, entonces, buscar y adoptar
siempre la postura más adecuada al tipo de
oración que estemos realizando: adoración,
alabanza, súplica, etc.
En segundo lugar hacemos constar el valor del
silencio como disposición interna necesaria en
la oración. Antes de entrar en comunicación con
las divinidades, y como medio de llegar al
encuentro con Ellos, es conveniente callar todos
los ruidos, preocupaciones, pensamientos y
distracciones que impidan centrar la atención
solo y exclusivamente en su persona.
Este silencio exterior e interior debe ir
acompañado de una actitud de disponibilidad y
entrega. Abiertos siempre a la voluntad del
Padre.
En cuanto al método, no consideramos oportuno
hacer una exposición exhaustiva de cada una de
las técnicas de oración, ni siquiera vemos
provechoso detallar cada uno de los diferentes
estilos. Nos limitamos solamente a enumerar
algunas posibilidades:
Orar con la Biblia. Orar con los salmos. Orar
ayudados por la lectura de textos de
espiritualidad. Orar con música adecuada para
ello. Orar a partir de noticias de actualidad.
Orar con Iconos e imágenes sagradas. Orar desde
la contemplación de la naturaleza. Orar desde el
vacío interior total como espacio reservado solo
para Dios y diversas formas de acuerdo a sus
creencias y formas de religión y misticidad
espiritual pues al final el camino es uno solo.
CUÁNDO SE DEBE ORAR
Se debe orar
siempre, en toda ocasión. Podríamos, incluso,
afirmar que la vida del peregrino o buscador de la
divinidad, es toda ella oración, si, en verdad, es
una vida vivida para Dios y divinidades en relación
a Él. Pero también podemos caer en el error de
pensar que como toda acción, vivida desde la fe, es
oración, no es necesario dedicar momentos para
perderlos "a solas con el Señor".
Para un padre de familia no basta con que todo
cuanto realiza lo haga por su mujer y sus hijos,
será también básico que dedique tiempo a estar con
su mujer y con sus hijos. Del mismo modo no basta
con que nosotros lo hagamos todo por Dios, sino que
también será elemental el que dediquemos tiempo a
estar con Él.
Cada día debemos reservar unos momentos para la
oración, para la intimidad con el Señor Dios o
divinidades, para el sosiego espiritual. Este
momento no surge sino está previsto, preparado.
Fijemos para cada día nuestra cita con el Señor o
divinidades, y no faltemos a ella.
DÓNDE ORAR
Lo más sencillo sería decir: "en cualquier sitio".
Cualquier lugar es bueno para encontrarse con Dios y
divinidades, para la oración. Esto es cierto;
podemos orar en nuestro hogar, en el trabajo, en la
fábrica, en el taller, en la universidad. Podemos
encontrarnos con Dios en la calle, en el cine, etc,
en todo lugar esta Dios y su corte de seres
celestiales en los diferentes continentes dispuesto
a ayudarnos.
Pero también es verdad que no todos los lugares
favorecen de la misma manera este encuentro con la
divinidad. La oración se puede hacer menos difícil
si procuramos un ambiente adecuado. Lugar apropiado
sería aquel que facilite la soledad, el silencio; un
sitio donde no haya apenas elementos que desvíen la
atención. La meditación y la contemplación pueden
verse favorecidas cuando el ser se encuentra en un
paraje natural: junto a un río, en una montaña alta,
frente al mar, o cuando nos encontramos en una
habitación desnuda de adornos, o frente a la luz
tenue de una vela, etc. Nunca olvidemos que un lugar
privilegiado será siempre delante del altar que
creemos en nuestro templo de la luz
interior de nuestra esencia y nuestro espíritu y
alma.
CADENAS DE ORACIÓN UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO.
FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO
A MIS PADRES Y HERMANOS
QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA.
POR UNA ALIANZA FORTALECIDA EN LA CONSERVACIÓN A LO
QUE NUESTRO PADRE DE LOS MUNDOS NOS HA DADO COMO
HERENCIA KARMICA TRABAJANDO EN COMUNIDAD POR LA
CONTINUIDAD DE LA VIDA.
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