Según nos indica la leyenda histórica, para el nacimiento de Jesús de Nazareth arribaron tres reyes magos que llegaban de Oriente, de distintos lugares, con el objeto de adorarle, y que estos iban guiados por una estrella desde sus puntos de origen hasta el lugar en que éste se encontraba.

Si tomamos al pie de la letra esto, como verídico, no tiene nada de particular, a no ser la coincidencia de todo lo que ocurrió a los tres Reyes Magos para que llegasen a un punto determinado, que era el lugar del nacimiento.

Nosotros no podemos tomar, bajo ningún aspecto la leyenda como tal y debemos leer entre líneas dándole la interpretación que nuestra alma nos dicte, de acuerdo con el grado de evolución y desenvolvimiento que ella tenga.
La interpreto como sigue:
Los tres magos significan los tres planos superiores en el hombre; el pesebre en que nació Jesús, la materia de que estamos constituidos y la estrella que guía los tres magos es nuestra chispa divina cuando es la directora de nuestra vida y, por lo tanto, la que dirige nuestras acciones, deseos, pensamientos, etc.

El hecho de que sea el alma la que dirija los centros que reciben la intuición, clarividencia y clariaudiencia, que, en este caso, representan los magos, nos pone de manifiesto que se trata de un alma muy evolucionada que, aun en el estado de gestación, es consciente de la misión que a la expresión física.
Los presentes que dice la leyenda que le llevaron como ofrenda, son los perfumes que, bien administrados, nos llevaran, en un día no lejano, al conocimiento consciente de estos dones.
La alegoría nos indica que estos venían del desierto y, según hemos aprendido, hasta nosotros podrá llegar también, un día no lejano, este don, pero será necesario que pasemos por el desierto.
Este desierto, según entiendo, es la carencia absoluta de nada que nos amarre a la materia y menos a los deseos, sensaciones, y pasiones que ella tiene, sino que debemos estar limpios y claros, y ser nuestra mente un verdadero desierto que permita marchar a los tres magos sin que nada perturbe su marcha.
Los magos van haciendo el camino sobre tres dromedarios que son los que, con su fuerza, los trasladan de una a otra parte.

 

 

Pues bien, tenemos los tres centros inferiores que transportan a los centros superiores en busca de la chispa divina que nos mueve y anima, el CHRISTUS, y nos aclara el concepto de que no debemos nunca destruir nada, porque que la energía que tiene en potencia este elemento, nos va a ser muy útil para podernos desenvolver una vez sublimado el aspecto constructivo de nuestro propio desenvolvimiento.
Una vez encontrado el cristo, lo inferior se queda el la parte de afuera y los aspectos superiores son los adoradores.
Este simbolismo nos dice bien a las claras que no es posible que lo físico encuentre nunca al alma.
También simbolizan, los magos, a los tres caminos que existen para obtener el conocimiento de lo divino, que son:
La sabiduría, la mente y la devoción.
Ahora bien, si estos magos fueron a adorar al niño que nacía, quiere decirnos que los tres caminos, siendo tan opuestos, tienen un punto común, que es la unión con el infinito, que en este caso representa Jesús, y que no importa cual sea el que elijamos porque, a la larga, nos llevarán hasta la meta que hemos deseado, que es el estado Crístico, el cual es el verdadero peldaño para alcanzar la inmortalidad del Alma.

La adoración, entiendo que nos simboliza la sumisión de estos tres dones a la verdadera vida, que es la que debe llevar todo ser regenerado, y que es de puro sacrificio para él y de absoluto servicio para la humanidad, ayudándola para que evolucione con paso más firme y seguro por el verdadero camino que conduce a la total regeneración del planeta.
Los magos simbolizan, también, la fe, esperanza y caridad, con las cuales podemos llegar, en día no lejano, a conocer los planos superiores y ser fieles colaboradores conscientes de la magna obra en que están empeñadas todas las almas regeneradas que han logrado llegar a la inmortalidad. Son, también los vértices del triángulo divino que se compone de luz, amor y vida que, si analizamos profundamente por la meditación, nos llevara a la verdadera fuente de sabiduría.

Considero que, una vez que hemos vislumbrado la luz, es necesario que todas las energías que podamos disponer sean sublimadas y aprovechadas, en esta forma, en un amor inmenso; pero no un amor humano, sino divino; y tiene que ser divino porque tiene que debe abarcar a toda la creación.
Una vez alcanzado esto, nos llegara la vida; no es la vida física, tampoco, sino la vida divina que anima cada ser y que, por el momento, desconocemos o solo vislumbramos. Esta vida será la que nos haga dioses, porque habremos llegado hasta el máximo a obedecer a la ley universal y, por lo tanto, al padre.



PARA VUESTRO CONOCIMIENTO Y ESTUDIO EN LA EVOLUCIÓN CONCIENTE DE LAS ALMAS QUE BUSCAN LOS SENDEROS DE LA REINICIACIÓN DIVINA Y ETERNA…POR UN MUNDO EN LUZ, VIDA Y AMOR

FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO

FUNDACIÓN AMONRA CHILE
UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO


M. P. V:.
Santiago, 29 de Septiembre de 1949.
 

 

 


         

 
       
 


 
<bgsound SRC="wethreekings.mid" LOOP=TRUE>