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Todos
los
seres
humanos
tarde
o
temprano
inician
la
búsqueda
de
la
luz,
la
verdad,
la
belleza
y la
sabiduría,
tratando
de
alcanzar
algo
que
les
dé
luz
y
sosiego,
por
lo
que
todos
pertenecemos
a
algún
grupo
organizado
de
buscadores
de
la
luz;
sea
metafísica,
esotérica
u
ortodoxa,
religiosa
o
no.
Existen
frases
que
una
vez
realizadas,
alcanzan
una
relevancia
elevada
sea
por
la
persona
que
la
dice,
por
el
momento
o
por
el
lugar
en
que
se
dijo.
Pero
también
existe
una
oración
que
por
su
importancia
y
adaptación
a
cualesquier
nivel
de
la
sociedad
alcanza
un
carácter
de
universal,
hablamos
de:
La
Oración
de
la
Serenidad
Dios
concédeme
la
Serenidad
para
aceptar
las
cosas
que
no
puedo
cambiar...
Valor
para
cambiar
aquellas
que
puedo
y
Sabiduría
para
reconocer
la
diferencia...
¿Cuándo
surge
esta?
Fue
compuesta
un
domingo
de
1943
durante
la
Guerra
Mundial,
su
autor
era
un
teólogo
estadounidense
de
izquierda,
socialista
en
su
juventud,
antifascista
y
anti
estalinista
llamado
Reinhold
Niebuhr.
Ordenado
ministro
de
la
Iglesia
evangélica,
pastor
en
Detroit
hasta
1928
y
después
enseñó
en
el
seminario
teológico
de
Nueva
York
(1930-1960).
Demostrando
la
unión
entre
el
liberalismo
político
y la
teología
bíblica.
La
Oración
de
la
Serenidad
en
su
forma
completa,
dice
lo
siguiente:
“Dios,
concédeme
la
Serenidad
para
aceptar
las
cosas
que
no
puedo
cambiar,
el
Valor
para
cambiar
las
cosas
que
puedo
cambiar
y la
Sabiduría
para
conocer
la
diferencia;
viviendo
un
día
a la
vez,
disfrutando
un
momento
a la
vez;
aceptando
las
adversidades
como
un
camino
hacia
la
paz;
pidiendo,
como
lo
hizo
Dios,
en
este
mundo
pecador
tal
y
como
es,
y no
como
me
gustaría
que
fuera;
creyendo
que
Tú
harás
que
todas
las
cosas
estén
bien
si
yo
me
entrego
a Tu
voluntad;
de
modo
que
pueda
ser
razonablemente
feliz
en
esta
vida
e
increíblemente
feliz
Contigo
en
la
siguiente.
Amen.”
|
En
ella
se
transmite
algo
que
todos
los
seres
humanos
independientemente
de
su
credo,
estado
social
o
político
desearían
alcanzar.
Pues
muchos
se
encuentran
prisioneros
de
sus
adicciones,
otros
de
su
ego,
otros
de
su
pasado,
otros
de
sus
actos
y
muchos
de
sus
frustraciones
ante
la
vida,
etc.
Por
lo
anteriormente
expuesto
vemos
como
la
componen
tres
pilares
fundamentales:
Serenidad,
Valor
y
Sabiduría.
Desde
puntos
de
vista
masónicos
podríamos
decir
que
estamos
ante
una
bella
oración
masónica
–
Cabalística,
también
aplicable
en
el
seno
de
la
institución
masónica
y
recomendamos
su
lectura.
|
¿Qué
mensaje
tal
vez
podría
transmitirnos
la
misma,
a
los
ojos
de
un
masón?
En
este
punto
con
sabiduría
Don
José
A.
Ferrer
Benimeli,
en
La
Historia
ante
la
masonería.
Reflexiones
metodológicas,
número
9 de
enero-abril
1980
expresa…
Da
la
impresión
de
que
la
falta
de
serenidad
para
abordar
la
cuestión
de
la
masonería
es
inversamente
proporcional
al
desconocimiento
que
se
tiene
de
la
materia…
Dios
concédeme
la
SERENIDAD
para
aceptar
las
cosas
que
no
puedo
cambiar...
Una
persona
serena
es
apacible,
amable
en
el
trato,
sosegada.
Sin
embargo,
¿se
puede
recurrir
a la
serenidad
cuando
hay
que
afrontar
problemas
personales,
laborales,
sociales
y
económicos
o
propios
de
la
institución
masónica?
Sin
duda,
en
estas
circunstancias
lo
más
común
es
sentirse
nervioso,
irritable
o
molesto,
pero
justamente
es
la
actitud
menos
saludable.
|
La
serenidad
es
una
sensación
de
bienestar
que
nos
permite
focalizar
las
cosas
que
suceden
a
nuestro
alrededor
desde
un
costado
más
activo.
Las
personas
serenas
logran
pensar
antes
de
decidir
y no
se
sienten
demasiado
asustadas,
preocupadas
o
ansiosas
por
el
porvenir.
Tampoco
se
recuestan
en
la
infelicidad
del
pasado,
ni
fantasean
posibles
catástrofes
futuras.
En
realidad,
quienes
son
más
serenos
pueden
disfrutar
de
la
vida
y
pensar
que
podrán,
en
algún
momento
superar
los
problemas.
La
serenidad
no
es
indiferencia,
complacencia
ni
ignorancia.
Es
una
virtud
saludable
que
nos
abre
la
posibilidad
de
mejorar
nuestra
calidad
de
vida,
admirando
lo
bello
de
ella;
este
concepto
nos
lleva
a
pensar
en
el
segundo
vigilante
representado
en
venus,
encargado
de
instruir
a
los
aprendices
en
la
belleza
de
la
institución
y
serenar
las
pasiones
de
las
que
todos
estamos
llenos.
El
masón
deberá
hacer
uso
de
la
serenidad
para:
-
Asumir
las
consecuencias
de
sus
actos.
-
Para
defender
la
verdad
de
sus
hermanos
aún
a
costa
de
privilegios,
promesas
y
falsas
vanidades.
-
Para
ser
constante
y
persistente,
sin
desfallecer
cuando
de
alcanzar
objetivos
e
ideales
de
unión
fraternal
se
trata.
-
Para
aceptar
sus
errores,
esforzándose
genuinamente
en
no
volver
a
cometerlos,
luchando
contra
sus
vicios
e
ignorancia.
-
Para
entender
que
el
mayor
error
del
ser
humano
es
intentar
sacar
de
su
cabeza
aquello
que
no
sale
del
corazón.
La
serenidad
no
es
estar
a
salvo
de
la
tormenta,
sino
encontrar
la
paz
en
medio
de
ella.
VALOR
para
cambiar
aquellas
que
puedo
y El
valor
es
la
virtud
necesaria
para
vencer
nuestros
miedos
y
fantasmas
internos,
que
en
ocasiones
llevan
a
una
persona
a la
depresión,
sabio
quien
es
capaz
de
enfrentarlos
y
cambiarlos,
con
un
único
deseo
que
el
de
ser
mejor
persona
para
con
el
mismo,
su
familia
y el
entorno
en
el
que
se
desarrolla.
Este
concepto
nos
lleva
a
pensar
en
el
primer
vigilante
representado
en
Hércules,
ya
que
este
tuvo
que
poseer
un
gran
valor
y
perseverancia
para
superar
los
doce
trabajos.
El
valor
moral
es
el
que
corresponde
al
anhelo
de
felicidad
que
se
encuentra
en
el
interior
de
cada
hombre,
los
valores
son
las
normas
de
conducta
y
actitudes
según
las
cuales
nos
comportarnos
y
que
están
de
acuerdo
con
aquello
que
consideramos
correcto.
Los
valores
espirituales
pueden
ser
sociales,
familiares
o
personales
y no
tienen
que
ver
con
el
tipo
de
religión
sino
con
el
sentimiento
que
alimenta
esa
creencia.
Los
valores
religiosos
moderan
nuestro
comportamiento
desde
la
antigüedad
se
ha
conocido,
que
los
valores
religiosos
pueden
desempeñar
un
papel
importante
al
momento
de
inhibir,
mejorar
y
controlar
las
conductas
humanas.
El
masón
deberá
hacer
uso
del
valor:
-Para
unido
a
segunda
virtud
cardinal
la
Templanza,
completar
la
definición
con
los
conceptos
de
moderación
y
sobriedad.
-Para
unido
a
las
virtudes
Fortaleza,
Perseverancia
y
Templanza
todas
moderadas
por
la
Prudencia;
poder
afrontar
peligros
inevitables
en
la
defensa
de
nuestros
hermanos
llegando
a
ser
el
apoyo
y
defensor
de
las
causas
e
ideales
más
nobles.
SABIDURIA
para
reconocer
la
diferencia...
La
sabiduría
es
una
habilidad
que
se
desarrolla
con
la
aplicación
de
la
inteligencia
en
la
experiencia,
obteniendo
conclusiones
que
nos
dan
un
mayor
entendimiento,
que
a su
vez
nos
capacitan
para
reflexionar,
sacando
conclusiones
que
nos
dan
discernimiento
de
la
verdad,
lo
bueno
y lo
malo.
En
la
Sabiduría
se
destaca
el
juicio
sano
basado
en
conocimiento
y
entendimiento
para
resolver
problemas,
evitar
o
impedir
peligros,
alcanzar
ciertas
metas,
o
aconsejar
a
otros;
esta
toma
sus
referencias
de
lo
que
se
denomina
memoria
a
largo
plazo.
La
semilla
puesta
en
la
tierra
debe
recibir
luz
y
agua
para,
finalmente,
dar
su
fruto;
comparando
al
hombre
con
un
árbol.
Para
que
el
hombre
pueda
recibir,
es
necesario
que
transforme
la
materia
prima
del
mundo
mediante
su
trabajo.
En
el
mundo
no
hay
edificios
ya
hechos,
sino
que
debemos
construirlos;
para
comer
pan
debemos
plantar,
cosechar
y
luego
hornear,
etc.
Este
concepto
nos
lleva
a
pensar
en
el
venerable
maestro
representado
por
minerva,
quien
es
el
encargado
de
dirigir
con
sabiduría
los
designios
de
una
logia.
El
masón
deberá
hacer
uso
de
la
sabiduría:
-Para
actuar
en
el
momento
preciso,
sin
esperar,
mirando
entre
los
profanos
que
le
rodeen,
quien
da
el
primer
paso;
el
masón
debe
dar
ese
primer
paso,
porque
lo
que
hagamos
hoy
repercutirá
por
una
eternidad;
y si
no
es
un
masón
el
que
lo
haga
¿Entonces
quién?
-
Pues
la
justicia
humana
se
encuentra
muy
lejos
de
ser
perfecta,
pero
con
sabiduría
el
masón
hace
que
sus
propios
trabajos
sean
siempre
justos
y
perfectos.
-Para
poder
hacer
realidad
lo
que
dice
nuestro
código
de
moral
“No
juzgues
ligeramente
las
acciones
de
los
hombres;
no
reproches
y
menos
alabes;
antes
procura
sondear
bien
los
corazones
para
apreciar
sus
obras.
“
Vista
la
aplicación
real
de
esta
oración
también
en
el
seno
de
la
institución
masónica,
leámosla
interioricémosla,
busquemos
dentro
de
nosotros
mismos
y
demos
al
mundo
nuestra
mejor
sabia;
el
conocimiento.
Eso
es
amor,
el
masón
hace
todo
lo
que
hace
por
amor;
amor
a la
humanidad,
amor
a la
familia,
amor
a la
verdad,
amor
a
los
hermanos,
amor
a la
libertad,
amor
a la
justicia.
El
amor
es
el
corazón
de
todo
el
accionar,
de
un
masón
de
verdad.
LUZ
INTERIOR
AMONRA
UNA
LUZ
EN
VUESTRO
CAMINO.
FELILUXOR
FE Y
FELICIDAD
EN
LA
LUZ
DE
ORO
A
MIS
PADRES
Y
HERMANOS
QUE
ESTÁN
EN
LOS
CIELOS
Y EN
LA
TIERRA.
POR
UNA
ALIANZA
FORTALECIDA
EN
LA
CONSERVACIÓN
A LO
QUE
NUESTRO
PADRE
DE
LOS
MUNDOS
NOS
HA
DADO
COMO
HERENCIA
KARMICA
TRABAJANDO
EN
COMUNIDAD
POR
LA
CONTINUIDAD
DE
LA
VIDA.
RECUERDA
SIEMPRE
LA
DIFERENCIA
ESTA
EN
TI…
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