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La
mayor parte de los
Masones así como
modernos estudiosos de
los diferentes rituales
e ideales masónicos,
rara vez se percatan de
las obligaciones
cósmicas que van
adjuntas desde el
preciso momento que
empiezan a rasgar ligera
y suavemente, las sacras
verdades de la
naturaleza, así como las
de los antiguos y
primitivos rituales del
Arte Real.
Esto se debe a que
observan de manera
superficial y
mecanizada, sus tareas a
través de la ejecución
de rituales y ascensión
de grados, y llegan a
ver a la Masonería como
un organismo social de
una antigüedad de pocos
años, es necesario darse
cuenta que las sagradas
y antiguas enseñanzas
místicas y esotéricas se
han perpetuado a través
de los antiguos y
primitivos ritos, y que
son sagradas, y que
existen poderes
invisibles y
desconocidos al Ser
humano, y que estos
moldean los caminos, así
como los destinos de
aquellos que por
iniciativa interna
adquieren las verdaderas
obligaciones de una Real
Fraternidad.
La Masonería no es algo
material que se pueda
demostrar con una
insignia o un saludo
cifrado, acompañado de
una palabra de pase
secreto, la masonería es
una ciencia espiritual
del alma, no es una
doctrina dogmática, sino
una expresión universal
de origen cósmico, y la
cual ha sido y será,
inspiración de grandes
místicos, filósofos,
iniciados y sabios de
todas las edades.
La Masonería es la
perfecta sabiduría de
Dios (Deus) que se hace
visible a través de la
jerarquía secreta de
inteligencias superiores
e iluminadas.
Sólo aquellos verdaderos
adeptos de esta, logran
percibir la sabiduría
del silencio que esta
conlleva, así como el
estudio interno y
cósmico que debe
realizarse en aquel que
la practique de manera
real e íntimamente, es
necesario morir ante el
mundo material, para así
poder renacer ante el
mundo espiritual.
El verdadero masón sabe
que el único medio para
llegar a la verdadera
iluminación del Ser, es
desbastar la piedra
bruta del alma e
intelecto hasta lograr
moldearla en un fino
diamante cósmico.
El
Masón debe aquietar la
mente y los sentidos a
medida que trabaja en la
ardua contemplación de
su Ser, así como tratar
de obtener una vista
interior a su mónada
divina tratando de
rasgar los cifrados
velos de su Auro
florecer.
El trabajo del masón es
arduo e interminable, él
se encuentra consiente
que el tiempo que se le
ha otorgado en la tierra
es breve, y que en el
tránsito por la morada
terrestre tendrá que
hacer todo lo posible
para así acceder a la
morada cósmica o bóveda
celeste.
En la mayor parte de
escuelas de misterios
esotéricos como,
masonería, órdenes
rosacruz, sociedades
teosoficas, institutos
gnósticos, así como
miembros de la oto y
demás, todos ellos saben
que el hombre o adepto
que no logre unir la
brillante mente, con el
corazón ardiente, jamás
logrará subir un solo
peldaño en la luminosa
escalera de Jacob.
Todo aquellos que han
examinado minuciosamente
la masonería oculta
(masonería esotérica) y
estudiado la sabiduría
hermética, no tienen la
menor incógnita que la
masonería como el logos
mismo, es la más grande
de las escuelas, y así
mismo es la enseñanza
cifrada del Gran
constructor, Dios.
Dios, el hombre y el
universo, tienen sobre
sí la luminosa
responsabilidad de darle
forma a la sustancia
cósmica dentro de la
morada del rey cósmico,
el gran constructor, es
así como el masón se
adentra en los antiguos
misterios del
conocimiento y tratando
de dejar una huella
sólida en el sendero, a
través de la iluminación
de sus HH.•.MM.•. Como
de profanos, y así mismo
dejar un legado celeste
a la humanidad de
fuerza, sabiduría y
fraternidad.
En la masonería yace
oculto el misterio de la
evolución y la
existencia, el verdadero
estudiante va
comprobando a medida que
va rasgando levé y
suavemente los propios
misterios de su
divinidad, sabe que la
obtención de grados no
convierte al hombre en
masón, si no la absoluta
y profunda contemplación
de los antiguos
misterios a través del
silencio absoluto y la
fuerza de mística
meditación.
Un
verdadero y auténtico
masón, no es el producto
de un nombramiento
acartonado y
condecorado, es un
hombre evolucionado y
debe percatarse que el
lugar que el ocupa en la
logia esotérica no
significa nada en
comparación con su
puesto en La Gran Logia
espiritual de la
existencia, en la bóveda
cósmica.
Sus responsabilidades
karmicas deben ser una
sublime responsabilidad
y debe hacer hasta lo
imposible por enfocarse
en el bien de sus HH.•.
así como el de la
humanidad, deberá no
sólo labrar su propia
piedra tosca, si no
moldear la de sus QQ.•.HH.•.TT.•.
por igual, deberá no
sólo velar por sus
ideales e intereses si
no velar por los del
mundo en su totalidad
por igual, una vez que
comprenda que los
augustos misterios son
sólo herramientas para
ayudar a su entorno y la
humanidad, justo ahí,
entenderá el verdadero
sendero iniciático del
Real Masón, el cual es
Libertad, Igualdad y
Fraternidad. .: |