EL
SILENCIO
EN
LA
MASONERÍA
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Una
antigua
escritura
testamentaria,
inicia
su
exposición
cosmogónica,
declarando
que:
«
En
el
principio
era
el
Verbo»,
pero
algún
indicio
nos
permite
inferir,
que
antes
que
el
verbo,
fue
el
silencio.-
Si el verbo (la palabra,
la herramienta, el
fiat-lux) fue lo primero;
es dramáticamente forzoso
que el silencio haya sido
antes ; y es
filosóficamente probable
que él haya sido
protagonista primo, en el
drama creacional.-
Entonces resulta que esta
herramienta masónica,
reducida a la condición de
símbolo, fue nada más, que
el estado germinal, en
cuya matriz se desarrolló
el verbo cósmico de la
manifestación.-
El silencio entonces,
tiene Regio origen y
existe desde antes que «
en el principio» circulara
la luz del verbo, por el
círculo dormido del futuro
universo.-
Del mismo modo que en la
Logia, antes que circule
la palabra, existe el
silencio que el mallete
del Venerable despierta,
cuando convoca a sus
hermanos a la apertura de
los trabajos.- El silencio
es el que engendra al
masón.-
En el silencio de la
matriz de la Logia, se
desarrolla el aprendiz y
se auto realiza el
Maestro.-
En este silencio, recibe
el bautizo iniciático del
verbo encarnado en el
Venerable, y en las
huestes de los hermanos
constructores.-
Dicen que en la Escuela
Pitagórica era obligatorio
permanecer varios años en
silencio riguroso; Porque
se afirmaba que « aquel
que no sabe oír, no sabe
hablar» Por eso en las
escrituras se repite: « el
que tenga oídos para oír,
oiga» Para hablar en
Logia, no solo es preciso
romper el silencio, sino
haber nacido del silencio.
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Porque al final de la
tenida de primer grado, en
la Logia de la existencia,
cuando se cierran los
trabajos se retorna al silencio, se desciende al
silencio, y en aquel
trance definitivo para la
personalidad; el aprendiz
y el silencio, son Uno.-
Perciban los hermanos,
como en silencio, se
cumple la fórmula
Hermética: “Cómo es
arriba, así es abajo.”
Pero el silencio, que por
la vía del ritual, (que es
el entramado mágico de la
Logia) se pone al alcance
del aprendiz Masón, se le
entrega como herramienta
de trabajo real para
carpir el pastizal
interior, para que el afán
del trabajo, apague los
ruidos interiores, y si
acaso, empiece a labrar a
diente, la piedra bruta de
su pampa de granito.-
El silencio para el
aprendiz es su gran
Instructor, y su gran
Iniciador.-
Lo instruye, enseñándole a
ver cómo se equivocan los
demás, cuando corren
detrás de los falsos
valores que ofrecen los
escaparates del mundo; y
lo inicia, en el
desarrollo del
discernimiento, que le
permite distinguir lo
falso de lo verdadero.-
Cuando el Aprendiz inicia
en silencio la marcha
hacia la conquista de
estas metas espirituales,
se convierte en un
buscador de lo real.
Perseverando en el empeño,
se transforma en un
sembrador de la verdad; y
cuando con mano fraterna,
arroje la semilla en las
ariscas sementeras del
mundo, le sucederá lo de
la parábola, «y bajarán
las aves vagabundas, y
robarán algunas, otras
caerán entre las piedras,
y otras ahogarán las
espinas, pero una sola
germinará y rendirá por
ciento.»
Porque la verdad que busca
el Aprendiz a través del
contenido de los símbolos,
esta verdad que un día lo
consagrará Maestro en el
silencio creador de su
Logia interior; es el
único árbol que crece con
la raíz hacia arriba, y su
sombra, la única que hace
deleitosa la fatiga de
existir.
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FIAT LUX
FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO
AMONRA CHILE
UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO….
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