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El propósito de
este artículo es examinar las HUELLAS del Martinismo,
los elementos particulares del Martinismo sobre los
cuales todos los Martinistas individualmente, y todas
las Ordenes Martinistas colectivamente, pueden estar de
acuerdo. Masónicamente hablando, las HUELLAS son
aquellas cosas que definen la Masonería, y sin las
cuales algo no es masónico. Una HUELLA u marca,
entonces, es una característica que define quienes
somos, y que ayuda a definir las formas en las cuales,
aunque hablemos diferentes lenguajes, o usemos
diferentes ornamentos, aun así somos miembros de la
misma familia, como puede ver cualquiera claramente por
medio de nuestras cercanas semejanzas familiares.
Gran cantidad de tinta ha sido derramada hasta ahora
sobre aquellas cosas que nos separan.
¿No somos acaso hijos de un mismo Padre?
¿No somos todos Hermanos y Hermanas de una misma familia
iniciática?
***Creencia en Dios, e invocación de Yehoshúa.
El Martinismo es esencialmente una Orden Cristiana, y
Yehoshúa es invocado en cada reunión Martinista, y es
nombrado en cada Documento Martinista.
La creencia en Dios es un rasgo esencial de todos los
cuerpos iniciáticos. Sin ella no tenemos razón de ser.
Y nuestros juramentos carecerían de sentido. Somos
Cristianos, no de una manera estrecha y dogmática, sino
realmente reverentes del misterio de la encarnación del
Logos en el mundo físico.
En este sentido, los eventos del Drama Cristiano se
encuentran en marcha, y es esta participación de lo
Divino en la existencia lo que causa todos los milagros
que ocurren en respuesta a nuestras plegarias y nuestros
actos de Teurgia. Todos los Martinista nos sentimos, o
hemos de sentirnos cómodos con esta marca.

*** La Iniciación, pasada desde Louis-Claude de Saint
Martín, llamada S.I. Alternativamente podemos considerar
que esta Iniciación proviene tanto de Martinez Pasqually
como de Louis-Claude de St. Martín.
Este es el legado que nos hace Martinistas.
Lo consideramos como la transmisión de una esencia
espiritual que nos une como una familia iniciática.
Puede haber diferentes rutas por las cuales ésta haya
llegado a nosotros en el presente, como las diferencias
entre la filiación Rusa, la filiación que vino a Papus,
y la filiación que vino a Chaboseau, pero es una
filiación que, en cualquier caso, asciende a St. Martín.
De acuerdo con la teoría de nuestro estimado Hermano,
Robert Amadou, esta es entonces una filiación de deseo,
de una filiación espiritual que fue, poco a poco,
formalizada ritualmente, bajo la influencia de
diferentes personalidades.

*** La organización por Papus, de una estructura
consistente en dos grados preparatorios y un grado, el
de S.I. (Superior Incógnito) Todas las Ordenes
Martinistas trabajan con la misma estructura, aunque
existen algunas variaciones en los nombres de los
grados.
Estos son usualmente:
primero, "Asociado";
segundo, "Iniciado";
y tercero, "Superior Incógnito", o "Servidor Incógnito."

*** Transmisión de la
Iniciación de persona a persona, EN PERSONA, por un
Iniciador autorizado, de cualquier título. La Iniciación
es una dádiva dada por el Iniciador a su iniciado, y es
una marca del profundo arraigo y la confianza entre los
dos.
Nunca puede ser transmitida por medio del correo, o por
teléfono, o por ninguna otra vía que no sea la personal,
y en presencia de los símbolos Martinistas
fundamentales.
El Iniciador puede ser conocido por diferentes títulos:
Iniciador, Initiateur Libre, Libre Iniciador, Filósofo
Desconocido.
En todos los casos significa lo mismo, una vez conferida
la autoridad por otro Iniciador para conferir la
Iniciación.
Hasta cierto grado, cada Iniciador es libre y autónomo.
Se deja finalmente a discreción del Iniciador el
conferir la Iniciación, y el deseo y la necesidad de dar
caridad intelectual y espiritual al Hombre del Deseo
debe ser balanceada por el conocimiento de la
responsabilidad involucrada. Un Iniciador nunca ha de
conferir la Iniciación sobre el meramente curioso, o
sobre aquellos que buscan la Iniciación para satisfacer
sus egos externos, o sobre aquellos que la buscan con
propósitos mercenarios.
Y, siendo esto verdadero concerniente a la Iniciación, .
¿cuánto más lo será respecto al status de Iniciador?.
En las manos de estos descansa nuestra Tradición.
Si bien cada Iniciador debe hacer cualquier esfuerzo
para preservar esa herencia que es suya, y legarla
intacta a la posteridad, sin embargo, ha de asegurarse
que esa tradición no sea nunca rebajada al conferirla
sobre aquellos que no hayan sido preparados a fondo y
educados, y que estén determinados a mantener esa
tradición en toda su pureza, nunca diluyéndola, o
abaratándola convirtiéndola en mera utilidad.

*** Los Maestros del Pasado.
Son aquellos que han creado, contribuido a, y conformado
nuestra Tradición, y han pasado la filiación a nosotros.
Algunos son conocidos por todos nosotros:
Papus, Sédir, Phaneg, Maître Philippe.Otros sólo son conocidos por los miembros de una u otras
líneas de filiación.
Y otros han trabajado completamente detrás de la máscara
que sólo son conocidos por los otros Santos y grandes
almas, y no del todo por aquellos que los rodeaban.
Invocamos su presencia en cada reunión, y buscamos su
guía y protección.
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