Leo

El rubí, cuyo nombre en latín significa «rojo, rojizo», es una piedra roja de la familia de los corindones, a la que pertenece también el zafiro. Como simboliza la felicidad y se la considera la más bella de las piedras preciosas creadas por Dios, se ha hecho de él un atributo del signo de Leo. Pero también es a causa de sus supuestas virtudes, como procurar alegría, éxito y riqueza, y representar el valor, la fuerza de ánimo y la lealtad.

 

Virgo

Su piedra, el jaspe, cuyo nombre es de origen semítico, es una calcedonia de color variado. Anteriormente se creía que tenía poder de animar el espíritu, de reconfortar y hacer que el individuo triunfase en toda ocasión. Además de calmar los nervios, favorece los partos.

 

Libra

El diamante, la más preciosa de las piedras, es un cristal de carbono puro, cuyo nombre significa literalmente «atraviesa el hierro más duro». Evidentemente debe a su gran pureza la asociación con el signo de Libra, pero también porque es el símbolo de la perfección y del equilibrio inamovible. Además, los sacerdotes caldeos lo empleaban para hacer justicia. Por último, favorece la armonía de los sentimientos y preserva la inocencia..

 

Escorpio

El topacio es originario de una isla del mar Rojo, de la que recibe su nombre y de la que cuenta la leyenda que estaba sumida día y noche en la niebla y era poblada exclusivamente por serpientes. De color amarillo o amarillo verdoso, suscitó en otro tiempo las pasiones y los sentimientos extremos, la fe y el ardor, poseía virtudes regenerativas y podía revelar la traición y la mentira; por lo menos, eso decían.