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En el momento mismo en que la Gran Explosión abrió los abismos, nacía el tiempo, fue en ese instante en que se desplegó el poder de Dios saliendo de su letargo, su conciencia despierta fue el inicio de la rueda del devenir y la vida nueva.
Los ángeles tenían ya asignadas las misiones desde la mente de Dios aún cuando todo estaba naciendo en infinitas formas de luz. La luz desgarraba las tinieblas y la resistencia continuaba en muchos rincones del universo, pero nada de ello podía imponerse ya al grito del despertar divino.
Así fue como de a poco fueron naciendo los mundos y las estrellas que los alimentarían. Cuando una estrella nacía se le asignaba a un ángel para que cuidara de ellos. En el principio Dios creó los cielos, el cielo que vemos y el que no se ve con los ojos físicos, sino con los ojos del alma, separó la luz de las tinieblas y luego infundió el aliento expandiéndose genuino para crear el firmamento. Allí nacieron los astros y la tierra también tuvo su lugar.
Después que el Arcángel Miguel ganara la batalla que libró en los cielos, sobrevino una época de paz y trabajo, la tierra aún giraba sin contener la vida mas que en manifestaciones de luz y oscuridad, fue entonces que la voz de Dios recorrió todos los rincones de la masa universal y consideró que ya era el momento de preparar el camino para la llegada del ser humano que caminara sobre su faz y engrandeciera la Obra. Llamó a todos los ángeles y les prometió que aquel que lograra sostener una cadena de planetas que estando ligados entre sí por una relación de contenido y que no pudiesen verse sino en millones de años hasta haber logrado la verdadera evolución espiritual, hasta haber logrado tocarse sin estallar y poder compartir la Gloria de la Creación sin caer en la envidia y el egoísmo, ése sería el regente.
Había un ángel muy pequeño que no descansaba nunca, de nombre Uriel, estaba lejos de todas las miradas de ángeles que escuchaban atentamente al Señor, pero decidió cumplir el pedido, no con el ánimo de convertirse en regente sino movido por su gran amor y entrega a la voluntad divina. Fueron muchos los ángeles que infructuosamente intentaron lograr que hubiera mundos cercanos con estrellas similares y vidas similares, pero su falla consistía en que los celos invadían pronto a las almas que querían habitarlas y discutían entre sí para tener sus territorios y cerrarse a posibles ataques.
El pequeño Uriel decidió vivir en aquellas tierras nuevas poniendo todas sus energías en el balance y equilibrio de sus órbitas, regando parcelas con lluvias y cuidando la vegetación que de a poco iba creciendo. Una vez que lograba hacer un jardín se iba muy lejos, tan lejos que se olvidaba cuál había sido el anterior, así descubrió que si mantenía memoria de sus obras tenía también memoria de sí mismo y por ende su ego crecería tanto que podría opacar su entrega a Dios, por lo que decidía cada vez irse más lejos y cuidar de los lugares más olvidados en la esfera celestial.
Un día, el Señor volvió a llamar a los ángeles para que presentaran sus obras. Ellos habían creado cadenas hermosas de planetas con seres de diversas formas y aptitudes increíbles, pero Dios notó que muchos de ellos ya se conocían y podía desatarse nuevamente una guerra en el universo debido al sentido de posesión que los animaba, pues el contacto con la materia había debilitado su noción de pertenencia divina.
El Gran Hacedor no estaba conforme con lo que sus queridos ángeles habían hecho y decidió soplar fuerte para separar aún más a los mundos creados y así poner mayor distancia entre ellos. Les preguntó a sus ángeles si todos habían presentado sus obras. Dijeron que solo faltaba Uriel. ¿Dónde está? -preguntó- ¡Vayan a buscarlo!
Una hueste de ángeles azules salió a su búsqueda, lo encontraron sentado en un monte muy alto en un planeta pequeñito que giraba alrededor de una estrella no muy grande tampoco.
Lo llamaron y le dijeron que el Señor quería verlo, entonces recordó que ya era hora de presentarse. Cuando llegó a la presencia de Dios le pidió perdón por su olvido y le habló de todos los lugares en los que había trabajado y sostenido, pero con mucha pena le dijo que no recordaba cómo llegar a ellos pues olvidaba siempre el camino. El Señor sintió entonces que aquel pequeño ángel había logrado lo que ninguno de los otros había podido, pues si no recordaba dónde estaban los mundos que serían el hogar de seres humanos, éstos no podrían estar tan cerca como para dominarse los unos a los otros y que cuando se conociesen ya no habría egoísmo sino comprensión y solidaridad.
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Fue así como
Dios elevó el
rango de aquel
pequeño ángel
convirtiéndolo
en un Arcángel y
colocó sobre su
cabeza un sol
que bajando
luego a su pecho
fue señal de su
jerarquía, le
otorgó el don de
la divina
inteligencia y
la eterna
memoria, puso a
la tierra bajo
su cuidado y lo
designó regente.
Aquel ángel tan
pequeño se había
convertido en un
enorme arcángel
que brillaba con
luz propia sobre
las estrellas y
los astros
mientras el
resto de ángeles
cantaban a la
Gloria de Dios y
del nuevo
Arcángel que era
ya el benefactor
e intermediario
entre Dios y los
hombres, por eso
Uriel es el
arcángel del
trabajo, de la
solidaridad, de
la memoria y la
ecología.
POR UNA
HUMANIDAD EN QUE
SEMBREMOS
SEMILLAS
FÉRTILES PARA EL
FLORECIMIENTO DE
LA SANTA LUZ
INEFABLE EN
TODOS LOS
CORAZONES DE LOS
SERES. POR EL
DESPERTAR DE LAS
CONCIENCIAS EN
NUESTRO HOGAR
NUESTRO PLANETA
TIERRA QUE SUFRE
DESDE EL FONDO
DE SU VIENTRE,
EL DAÑO DE LAS
AMBICIONES DEL
SER HUMANO.
ANTE ELLO EL
MEJOR REGALO Y
CELEBRACIÓN ES
LA UNIÓN DE LA
CONCIENCIA
DESPIERTA, DE
ESTE A OESTE DE
NORTE A SUR, DE
ARRIBA HACIA
ABAJO, PUES ANTE
EL CREADOR TODO
LOS QUE NOS
PUEDA SERVIR ES
LO CONSTRUIDO
HACIA EL BIEN DE
LA VIDA, NO NOS
SERVIRÁN NINGÚN
PODER DADO EN LA
TIERRA, NI
PERGAMINOS Y
BRILLOS, TRAJES
Y ADORNOS SIN
VALOR ANTE LA
LUZ INEFABLE,
SOLO LOS DADOS
POR EL GRAN
SEÑOR DE LOS
DÍAS Y DEL
UNIVERSO EN LA
GRAN ESCALA
UNIVERSAL, SERÁN
LOS QUE NOS
ELEVEN A LA
NUEVA CONCIENCIA
PLANETARIA QUE
ESTAMOS VIVIENDO
Y VIVIREMOS.
ESCUCHA EL
CORAZÓN DE LA
TIERRA Y DE
NUESTRO PADRE Y
COMPRENDERÁS,
RECUERDA SIEMPRE
LA DIFERENCIA
ESTA EN CADA UNO
DE VOSOTROS EL
DESPERTAR Y
ACTUAR EN
CONCIENCIA…
FIAT LUX
AMONRA CHILE UNA
LUZ EN VUESTRO
CAMINO.
SANTIAGO DE
CHILE. JUNIO
2014-2015
FELILUXOR
FE Y FELICIDAD
EN LA LUZ DE ORO
UNA LUZ EN
VUESTRO CAMINO.
A MIS PADRES Y
HERMANOS
QUE ESTÁN EN LOS
CIELOS Y EN LA
TIERRA.
POR UNA ALIANZA
FORTALECIDA EN
LA CONSERVACIÓN
A LO QUE NUESTRO
PADRE DE LOS
MUNDOS NOS HA
DADO COMO
HERENCIA KARMICA
TRABAJANDO EN
COMUNIDAD POR LA
CONTINUIDAD DE
LA VIDA.
Es tiempo de
Renovación de
Luz, de
Renacimiento, es
tiempo de lo
Nuevo, de dar la
Bienvenida.
Si este tema es
de vuestro
interés podes
usarlo en bien
de vuestra vida
y el de la
humanidad,
indicando el
link de nuestra
página, en Luz
Eterna Feliluxor.

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